El vertido de aguas tóxicas al río Besòs provocado por el incendio en una industria de Polinyà (Vallès Occidental) está haciendo estragos en la costa barcelonesa. En la zona de baños del Fòrum luce desde este sábado por la tarde la bandera roja por mala calidad del agua, mientras que el resto de playas de la capital catalana más próximas al río también se han visto afectadas, pero en un grado más bajo, de forma que tienen izada la bandera amarilla este domingo.

El cierre de esta zona de baño barcelonesa es principalmente por precaución, puesto que parte del agua con restos de los tóxicos ha seguido el curso natural del río hasta el mar. Para poder analizar el impacto real que el vertido ha tenido en esta parte del frente litoral de la capital catalana habrá que esperar a los resultados de los análisis de la calidad del agua que se prevén hacer en las próximas horas. Hay que recordar que el vertido se produjo después de que una parte del agua procedente del incendio en la industria de Polinyà fuera a parar a la depuradora de la Llagosta. Esta contenía alguna sustancia contaminante que daño el tratamiento biológico de la planta y acabó yendo al río.

Un millar de peces muertos

Según las primeras informaciones, los vertidos tóxicos han causado desde este viernes la muerte de más de un millar de peces, de las siete especies que hay en la zona, entre ellas la anguila, en peligro de extinción. Así lo ha explicado en declaraciones a la ACN Tomás Carrión, director de Servicios de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet. Son datos provisionales, que se acabarán de cerrar en los próximos días, cuando también evaluarán posibles consecuencias en los pájaros.

Carrión ha calificado la afectación de «grave» y «comparable» con accidentes anteriores como el del 2019. El Parque Fluvial del Besòs y la playa del Fòrum se mantienen cerrados de forma preventiva. El comité de trabajo evaluará si el Parque puede abrir este lunes.

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