El Ayuntamiento de Barcelona se ha vuelto a comprometer este jueves con el proyecto de regeneración urbana de las zonas del Besòs i el Maresme, Trinitat Vella, Canyelles, la Pau, Can Peguera y Jardins de Massana, donde hay varios pisos con problemas estructurales o construidos hace décadas con materiales de poca calidad. El compromiso aprobado de forma unitaria por todos los grupos municipales durante una comisión extraordinaria es resultado de una iniciativa de TriasXBCN, los Comuns y ERC, que hace unos días recordaron en una rueda de prensa que era urgente desbloquear las inversiones pendientes para estos proyectos y poner remedio al cual calificaron de abandono por parte del gobierno municipal.
El texto aprobado también ha puesto sobrela mesa la necesidad de presentar un plan de regeneración urbana para los seis ámbitos, que especifique qué actuaciones se harán, según criterios técnicos de urgencia, y a la vez, pide incorporar medidas de innovación. También se ha acordado convocar las mesas de seguimiento de Regeneración Urbana de todos estos ámbitos y poner en marcha cauces de comunicación regulares con el vecindario. En paralelo, el texto pide concretar la inversión de 51 millones de euros provenientes de los Next Generation, así como trasladar a la Generalitat y el Estado la necesidad de su participación económica.
Retraso en el proyecto
El Ayuntamiento anunció el junio del 2022 que invertiría 70 millones, de los cuales 51 millones provenían de los fondos europeos Next Generation, en rehabilitar miles de edificios de los ámbitos afectados. Tal como recordaron el pasado mes de octubre fuentes municipales al TOT Barcelona, en el caso del barrio del Besòs i el Maresme, el proyecto incluía un total de 5.188 viviendas y 203 comunidades de vecinos. Por su parte, una integrante de la plataforma vecinal SOS Besòs i Maresme, Teresa Pardo, también explicó en este diario que el proyecto de regeneración iba con retraso. Concretamente, alertó que de las 10 primeras fincas que se tendrían que haber rehabilitado entonces o que tendrían que estar en proceso de rehabilitación dentro de la prueba piloto del plan, solo se había finalizado una, la del número 11 de la calle de Mesina.
