El Ayuntamiento de Barcelona ha retirado ocho palmeras en los primeros tres días de revisiones que se están haciendo después de que una chica de 20 años muriera por el impacto de una palmera al barrio del Raval. Parcs y Jardins ya ha revisado un centenar de las 900 que tiene previsto examinar, según ha indicado el jefe de arbolado del Ayuntamiento, Joan Guitart. Muchas de estas palmeras no presentaban un estado del todo incorrecto, pero el Ayuntamiento ha decidido endurecer los requisitos y, ante la duda, ha decidido cortarlas. Entre las diferentes pruebas que se están haciendo, los técnicos revisan el tronco de la palmera, comprueban si hay espacios vacíos, la flexibilidad de la palmera y si los nidos, en caso de haber, están bien fijados o no.
Las primeras pruebas se han hehco en el distrito de Ciutat Vella –donde cayó la palmera que puso fin en la vida de la Samira– y en Sant Martí. Según el consistorio, estos dos distritos son los que tienen más palmeras de este tipo. Fruto de esta nueva estrategia, el Ayuntamiento ha ampliado el número de palmeras que revisará. A pesar de que un inicio se había apuntado que se estudiaría el estado de unos 800 árboles, esta mañana se ha ampliado esta cifra a un centenar más. Parcs y Jardins también ha regado todas las palmeras que presentan características similares a la que provocó el fatídico incidente del pasado jueves en el Raval.

El estrés hídrico, principal hipótesis del Ayuntamiento sobre la caída
Mientras se hacen las revisiones preventivas, el Ayuntamiento continúa con la investigación que tiene que aclarar por qué se fracturó la palmera de la plaza Emili Vendrell. En este sentido, los responsables del arbolado de Barcelona trabajan con la hipótesis de que el árbol cedió por culpa del estrés hídrico causado por la sequía. Así lo ha explicado esta mañana Guitart, que ha aclarado, eso sí, que continúan a la espera de saber cuáles son las conclusiones finales del informe externo que se ha encargado y el análisis de la palmera fracturada.