Movilización en el Ayuntamiento para salvar la mítica sala Milano Jazz Club. Este martes se ha pedido al gobierno municipal garantizar su continuidad y proteger la oferta de música en vivo en Barcelona. La propuesta se ha presentado en la Comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes, a petición de BComú, y ha contado con los votos a favor de todos los grupos municipales menos de Vox.
El documento ha pedido, concretamente, crear una comisión de seguimiento junto con el equipo programador de la sala Milano, la Asociación de músicos de Jazz, Música Moderna de Catalunya (AMJM) y la Asociación de Sales de Concierto de Catalunya (ASACC) con el objetivo de buscar alternativas que hagan salir adelante este «espacio de referencia y establo por el ecosistema del jazz y la música moderna durante los próximos meses”.
La petición no solo quiere proteger el Milano, también otros proyectos culturales «en riesgo». También ha pedido buscar emplazamientos dentro del programa ‘Arriba Persianas’ y que el Instituto de Cultura de Barcelona actualice el mapa sonoro local de los espacios de música vive en la ciudad, teniendo en cuenta los activos y las complejidades del tejido: impacto económico, realidades interculturales, tipologías de licencias o necesidades urbanísticas, entre otros.
Un cierre anunciado
El Milano ha acontecido durante muchos años un espacio de referencia para los amantes de los cócteles y del jazz. Por su parte, el pódcast Club del Jazz, y periodista Carlos Pérez Cruz destacó el pasado mes de agosto que la posibilidad que lo Milano cerrara no era económica, sino que era consecuencia de la intención del propietario de dejar el establecimiento porque se abre una franquicia. “Lo sentencia la misma enfermedad que ha homogeneizado los centros de las ciudades hasta hacerlas indistinguibles las unas de las otras”, dijo y atacó directamente al sistema económico actual. “Capitalismo salvaje, especulación, avaricia y turistificación son algunos de sus nombres. Lo mata el
