El ayuntamiento de Barcelona niega en rotundo que se trate peor a los sin techo desde que es vigente el Pla Endreça. De este modo y en respuesta a las acusaciones de la Fundació Arrels, quién aseguró que la policía los servicios de limpieza barceloneses amenazaban el colectivo con tirarlos sus pertenencias, el consistorio ha asegurado que no hay ninguna prueba que les dé la razón y ha remarcado que los servicios municipales tratan con «sensibilidad» el colectivo. La comisionada de Convivencia, Montserrat Surroca, ha explicado que ni la ordenanza de civismo ni el Pla Endreça mencionan el colectivo y se los sigue tratando con cuidado e intentando vincular las personas a los servicios sociales.
El sinhogarismo es una situación que se ha enquistado en la capital catalana. Este colectivo a menudo sufre ataques de todo tipo por parte de la población y es la Fundació Arrels la encargada de dar voz a estas personas. Es por eso que han denunciado públicamente que el ayuntamiento ha endurecido las sanciones y el trato con los sin techo desde que se puso en marcha el Pla Endreça el mes de julio de 2023. El consistorio, por el contrario, ha desmentido las acusaciones este jueves y ha recordado que se vela por todos los intereses concurrentes en el espacio público, pero ha negado que se multe a nadie para dormir en la calle. En unas declaraciones en defensa del ayuntamiento, Surroca ha asegurado que se trabaja con coordinación con los servicios sociales y las entidades del sector y ha remarcado que no ha habido más sanciones a sin techo en los últimos meses.

Los dos puntos principales que comentaba la queja de la Fundación Raíces eran el trato que recibía el colectivo por parte de la Guardia Urbana y los servicios de limpieza municipales. Según explicaba la entidad, se ha observado un incremento de la presencial policial en puntos de pernoctación donde hay agrupamiento de personas. “Esto se traduce en la rotura de las rutinas de los individuos que viven en la calle”, apuntaban. Además, la fundación también mencionaba que los sin techo habían sido amenazados con la retirada de sus pertenencias. “Tienen que hacer guardia y quedarse al lugar donde duermen en la hora que viene la Guardia Urbana, esperar que se haga la limpieza, que se seque el suelo y volver a colocar las cosas a lugar. Esto puede comportar que se pierdan turnos en comedores sociales, recursos de atenciones básicas”, explicaban. Unas declaraciones que Surroca ha mencionado y ha negado que la Guardia Urbana saque las pertenencias personales de los sin techo, y ha recordado que el cuerpo policial tiene una unidad deontológica que velatorio porque todas las actuaciones sean “pulcros y escrupulosas” y con una “exigencia muy elevada”.
El síndico corrobora la versión de Arrels
El pasado mes de noviembre Arrels ya presentó una instancia al síndico de agravios de Barcelona enumerando algunas de las actuaciones que se han efectuado en el marco del plan Asea. En su respuesta, la sindicatura manifestó que el plan está más centrado “en la investigación de la excelencia en el espacio público, poniendo el foco en la limpieza y la orden, que en el impacto negativo que puede ocasionar a las personas sin hogar, para las cuales el espacio público no son solo un espacio de uso común, sino también el lugar donde hacen vida y dónde no disponen de los mínimos necesarios”. De este modo, el organismo también se pronuncia a favor de la fundación y reconoce que no es que la normativa se haya hecho para endurecer las condiciones de este colectivo, sino que son un daño colateral que no se ha tenido en cuenta.




