El Ayuntamiento de Barcelona tiene dos patatas calientes en el barrio de Sant Andreu de Palomar, la gestión de la movilidad y el sistema de recogida de residuos puerta a puerta, que se aplica en la zona más céntrica del barrio. El puerta a puerta fue una de las grandes apuestas a Sant Andreu de los mandatos de Colau y se ha convertido en un debate general, que afecta sobre todo Sant Andreu –y Sarriá–, pero que se mira con lupa por si más adelante hace el salto a otros barrios. Por ahora, el nuevo gobierno de Jaume Collboni ha parado cualquier prolongación, pero mantiene el sistema que hay vigente en el núcleo antiguo de Sant Andreu.
En el Consejo de Barrio de esta semana, el distrito ha vuelto a defender un sistema que ha evolucionado y que ahora es «mixto». «No existe un sistema de puerta en puerta estricto. Tenemos unas fracciones con un sistema de recogida puerta a puerta y otras que se hacen con contenedores inteligentes, por lo tanto, es un sistema mixto», ha defendido Sonia Firas, gerente de Servicios Urbanos del Ayuntamiento de Barcelona, ante los vecinos. Frias ha recordado que «si todos recicláramos el 60% con el sistema de contenedores, nadie se plantearía ningún cambio», pero ha recordado que el volumen de recogida selectiva en Barcelona no llega a los mínimos necesarios. En este sentido, la regidora Mara Villanueva ha apuntado que hay que cumplir con las regulaciones europeas.
A pesar de tener este panorama sobre la mesa, desde el Ayuntamiento felicitan a los vecinos de Sant Andreu para tener un comportamiento «ejemplar». La tasa de recogida selectiva del barrio ha llegado a ser del 80%. «El único barrio con un sistema similar es Sarriá y no tiene estos porcentajes», ha insistido Firas. Por otro lado, el jefe de limpieza y gestión de residuos del Ayuntamiento, Carlos Vázquez, ha puntualizado que, en estos momentos, la tasa es de un 74% después de notar «una pequeña bajada» y ha sostenido que los vecinos están respetando la separación: los impropios dentro de la orgánica solo es de un 5%. Con todo, Vázquez reconoce que hay «un punto de fuga» con los buzones del textil sanitario, que reciben productos que no son adecuados por este tipo de contenedor.
Los vecinos más combativos piden cambios
La recogida selectiva de residuos cuenta con el apoyo de la Asociación de Vecinos Sant Andreu de Palomar, que admite que la medida entró «demasiado rápido», pero que es necesaria para mejorar el índice de reciclaje. Pero también hay vecinos bastante combativos con el puerta a puerta que insisten a escenificar que el sistema ha fracasado. «Hace dos años que se están haciendo pruebas», lamentaba uno de los vecinos presente al Consejo de Barrio: «Incivismo tendremos siempre, pero muchas veces se agravia porque las cosas no están muy pensadas y los vecinos dicen que basta». En esta línea, otra vecina presente en el último Consejo de Barrio ha querido recordar que «hay vecinos que están participando del puerta a puerta a pesar de estar en contra» y ha agradecido que el Ayuntamiento hiciera el cambio «a un sistema mixto».
Otras voces del Consejo de Barrio han lamentado que vecinos de algunas calles con puerta a puerta lanzan su basura en contenedores de otras zonas, hecho que provoca desbordamientos de suciedad en algunos puntos, y que todavía hay bolsas apoyadas a las fachadas, hecho que dificulta la movilidad por las aceras. Respecto a este último aspecto, el Ayuntamiento ha detallado que ya se está trabajando para localizar cuáles son estos puntos. Sea como fuere, el sistema continúa vigente y todavía despierta filias y fobias entre vecinos del mismo barrio. El consistorio dice «ser consciente del intrusismo que supone este sistema en las personas» y entiende «que provoque rechazo». De aquí que deje la puerta abierta a futuras modificaciones. Sea como fuere, la apuesta por un sistema mixto de puerta a puerta continúa intacta.