Nuevo caso de menosprecio a la lengua catalana en el ámbito sanitario. Esta vez, un médico de un CAP de Barcelona, el CAP Larrand, en Travessera de Dalt, rechaza aprender catalán para respetar los derechos lingüísticos de sus pacientes. Así lo ha denunciado Plataforma per la Llengua, que aporta un documento de audio en el que el mismo médico explica que no quiere aprender catalán.
Cuando la paciente le pregunta por qué no quiere aprender el catalán para comunicarse con ella, que no entiende el castellano, le responde: «No estoy interesado en aprenderlo». La ONG del catalán denuncia que el médico del CAP barcelonés, un centro público, «niega los derechos lingüísticos a sus pacientes de forma deliberada, incumple la normativa autonómica y estatal y no muestra ninguna intención de cambiar esta actitud». «Mientras lo entienda, no quiero hablarlo […]. Se llama libertad», aclara el médico, que dice que hace diez años que vive en Cataluña.
Se escuda en su libertad individual
En la grabación se comprueba que el médico no ha entendido a la paciente, que le ha preguntado cómo tiene que tomar la medicación: «Tú no me has entendido cuando te he dicho si bajo la lengua». Entonces la paciente le reprocha que tendría que aprender catalán para entender a los pacientes, pero el médico, que cubre una sustitución, insiste que no le hace falta. Durante la conversación, a la cual ha tenido acceso Plataforma per la Llengua, el profesional apela a su libertad individual de escoger qué idioma quiere aprender y cuál no: «Se supone que estamos en un país bilingüe. Se habla tanto el castellano como el catalán […] Mientras lo entienda, no quiero hablarlo […]. Se llama libertad», insiste. La paciente le recuerda que «está al servicio de la gente», y que él se debe a los usuarios del centro médico y no a la voluntad ni interés propios. Cuando el médico le pide si le da otra cita para seguir la evolución del tratamiento, la usuaria le dice que si es con él, no, porque no le entiende.
El sanitario incumple la normativa autonómica y estatal
Tal como alerta Plataforma per la Llengua, el médico en cuestión trabaja en un centro sanitario público que se rige por la normativa vigente en Cataluña y, por lo tanto, no puede decidir unilateralmente si hace falta que aprenda catalán o no: «No solo vulnera los derechos lingüísticos de los pacientes, sino que incumple la normativa autonómica y estatal. En consecuencia, cuando el trabajador hace estas declaraciones, está reconociendo que está incumpliendo las normas legales a las cuales se debe por el hecho de ser un trabajador público», remarca la ONG del catalán.