El noviembre del 2020 se acusó a un miembro de los Castellers de Barcelona de haber abusado sexualmente de nueve menores entre el 2014 y el 2019 que formaban parte de la entidad. Los Mossos d’Esquadra lo detuvieron en aquel momento y quedó en libertad, pero con medidas cautelares por orden de un juez. Este lunes empieza a la Audiencia de Barcelona el juicio contra el acusado. La Fiscalía, por su parte, pide más de 25 años de prisión por los delitos de los cuales se le acusa de abusos sexuales, de delitos continuados de abusos sexuales y de exhibicionismo.

El acusado tenía un papel importante en los Castellers de Barcelona, lo cual aprovechaba para invitar a las adolescentes a pasar la noche a su casa, donde presuntamente cometía los abusos sexuales. Por su parte, los Castellers de Barcelona explicaron en el momento de la detención que el miembro de la entidad había sido expulsado de manera “cautelar e inmediata” después de que la Junta hubiese tenido conocimiento de los hechos y que estaban acompañando a todas las víctimas. También aseguraron que se habían puesto en contacto con la Unidad Funcional de Abusos a Menores (UFAM) del Hospital Sant Joan de Deu para derivar los posibles casos a especialistas.

Un protocolo para evitar más casos

Estos hechos supusieron un punto de inflexión en el día a día de la pandilla castellera. Tal como detalló, estaba trabajando y redactando un protocolo “para proteger a los niños y evitar posibles futuras situaciones”. Al mismo tiempo, trabajaba con los técnicos de niños para que recibieran formación en prevención y se los exigía tener el Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual en negativo. Por su parte, los Mossos d’Esquadra insistieron en la importancia de denunciar todos los casos que habían sucedido. Concretamente, pedían a cualquier persona que tuviera “conocimiento” o hubiera «sido víctima” de “comportamientos inadecuados o de abusos sexuales”, que denunciara los hechos porque “no pueden quedar impunes”.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa