Los expertos alertan de la «gran proliferación» de una especie de garrapata «de alto riesgo para la salud pública» en un centenar de municipios catalanes, con Barcelona entre ellos. La capital del país, así como otras ciudades del entorno como Badalona, Sant Adrià del Besòs o Badia del Vallès, estarían asediadas por una plaga de la especie Hyalomma Iusitanicum, según un estudio publicado en el Boletín de la Institución de Historia Natural, publicado el pasado diciembre. El crecimiento de la población de esta especie ha sido sustancial en solo dos años, dado que entre 2022 y 2023 era prácticamente desconocida en el país, con los primeros hallazgos en 31 municipios del Principado. Los expertos, cabe decir, no descartan la presencia en muchas más localizaciones del país, dada la falta de vigilancia pública al respecto. Ya en octubre de 2023, de hecho, el Centro Europeo para el Control de Enfermedades alertaba de la presencia de esta especie en buena parte de la península, así como en puntos del sur de Italia y de la costa africana del Mediterráneo.
Según los autores del estudio, Carlos Pradera y Agustín Estrada-Peña, se habrían capturado 1.274 individuos adultos de esta garrapata, que entraña riesgos para la población, dado que tiene capacidad para transmitir enfermedades. Los expertos han sido especialmente críticos con las administraciones del país, dado que ya en 2022, con la primera detección de los ejemplares en Cataluña, se alertó de la necesidad de un plan para vigilar la expansión de la especie y tener bajo control el alcance de la plaga. Ahora bien, la buena adaptación de los insectos al entorno -viven especialmente cómodos en la vegetación mediterránea- se ha unido a su alta capacidad de reproducción para superar las expectativas en los últimos años. De hecho, una hembra puede poner miles de huevos si no es atrapada a tiempo, por lo que la capacidad de multiplicación de los animales es más que notable.

Vigilancia en los equipamientos públicos
El estudio, cabe decir, apunta a una concentración de individuos alrededor de ciertos equipamientos públicos, como escuelas o institutos; especialmente aquellos rodeados de zonas verdes con la vegetación adecuada para el desarrollo de la Hyalomma lusitanicum. Así, reclaman un especial cuidado en este tipo de instalaciones, así como en recintos deportivos e incluso viviendas en las que se den las condiciones para su proliferación. También apuntan a las áreas naturales y otros parques públicos urbanos, especialmente aquellos donde se concentra fauna portadora de esta especie, como los conejos o, incluso, los jabalíes. En declaraciones a La Vanguardia, Pradera augura una expansión aún más sustancial «si no se toman medidas para controlar las poblaciones silvestres» de este tipo de animales.
Salud niega el peligro
La consejera de Salud de la Generalitat de Cataluña, Olga Pané, ha querido «tranquilizar» a la población respecto de esta potencial plaga. Tras la trascendencia del estudio, Pané ha asegurado que la hyalomma lusitanicum no supone un riesgo para la salud pública, dado que es «infrecuente» que piquen a seres humanos. «Quisiera decir a la gente que siga paseando por las montañas y realizando actividades en los bosques», ha declarado la titular del Departamento.