La fiscalía de Barcelona ha alertado de la «escandalosa cifra oculta» de los delitos contra menores de edad en redes sociales, que solo aflora cuando se sigue una investigación por otra denuncia y se accede a los dispositivos del presunto autor. Así lo han detallado a las memorias anuales relativas a la Fiscalía Provincial de Barcelona, según ha informado Europa Press, y, además, la autoridad pública afirma que estas nuevas fórmulas de comisión de delitos son consecuencia directa de la «impacto que han tenido las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todo el mundo y, con ellas, las redes sociales como forma de comunicación».
De hecho, la memoria de la fiscalía general del Estado español publicada a inicios de septiembre ya subraya que muchas de estas agresiones no acaban siendo objeto de denuncia porque «al tratarse de acciones planificadas y ejecutadas en la clandestinidad y en que las víctimas, a menudo de muy corta edad, ni siquiera son conscientes de la agresión sufrida». Así mismo, reconoce que una buena parte de las investigaciones acostumbran a iniciarse a partir de comunicaciones ciudadanas que detectan material de abuso sexual infantil en la red o de las notificaciones recibidas de organismos como NCMEC o de los cuerpos policiales otros países que localizan, con ocasión de sus propias indagaciones, información sobre hechos de esta naturaleza.
También reconocen que, eventualmente, son los mismos padres, o tutores legales, los que, de manera casual, descubren la agresión e interponen una denuncia. «Esta circunstancia determina que en un número de supuestos imposible de concretar la agresión no llegue a ser detectada, por lo cual la cifra oculta de criminalidad en este ámbito es actualmente incalculable», sentencia. Por eso, la autoridad pública reclama que cualquier iniciativa de carácter legislativo u operativo que se tome para «mejorar» la capacidad de actuación ante este tipo de delitos tiene que fomentar y facilitar «la denuncia de estos comportamientos por parte de todos los ciudadanos/se y particularmente de aquellos que por razón de sus funciones o actividad profesional mantienen contactos más próximos con niños, niñas y adolescentes».

Los menores: las principales víctimas
Las principales víctimas de estos nuevos delitos a través de Internet, «tanto por la exposición más grande y ausencia de mecanismos de respuesta de que sí que disponen los adultos, como por la relevancia cuantitativa y cualitativa de los ataques muy frecuentes a la libertad sexual de los menores de edad», son los menores de edad. El informe pone énfasis en el acceso y la explotación con fines sexuales de menores a través de redes sociales, desde que los agresores contactan con las víctimas y las engañan, hasta que los piden pornografía infantil, las amenazan, las asedian y cometen agresiones sexuales virtuales o física o las prostituyen. En los últimos dos años (2022 y 2023) se han presentado más de 140 denuncias, y la mayoría han dado lugar a la incoación de procedimientos en que se han detectado más de 200 delitos. Respecto a los delitos contra la libertad, como amenazas, coacciones y acoso, entre el 2022 y el 2023 se presentaron ante los Mossos d’Esquadra más de 1.200 denuncias por delitos a través de tecnologías.
El 98% de los jóvenes a Europa usan el móvil
En el ámbito mundial, el último informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones -organismo especializado de las Naciones Unidas para las tecnologías de la información y la comunicación- cifra en 5.400 millones el número de personas que actualmente utilizan Internet, cosa que representa una media global del 67% de la población mundial. Ahora bien, si el objetivo se restringe a los jóvenes de edades entre los 16 y los 24 años, este porcentaje aumenta hasta un 80% mundial y llega al 98% a Europa. Además, casi el 80% de la población mundial dispone de teléfono móvil, incrementándose nuevamente el porcentaje hasta el 93% en el caso de Europa y al 99,5% de los hogares españoles.

La violencia sobre la mujer en redes
Por otro lado, a las memorias también se destaca la creciente ocupación de redes sociales en el ámbito de la violencia sobre la mujer, ya sea para que el progenitor emplee las redes sociales de los hijos o para ser mujeres menores de edad víctimas de estos delitos. «Es frecuente que los padres de hijos menores de edad utilicen los teléfonos móviles y las redes sociales de los hijos no solo para comunicarse con estos, sino por obtener información y para ejercer un control sobre sus exparejas», subraya.
Además, en casos de padres con orden de protección o prohibición de comunicación «se evidencia el uso de redes sociales y plataformas de mensajería para requerir a los hijos menores que digan algo a la madre de parte suya, a fin de romper la prohibición de comunicación con la misma». También mencionan que acosadores de víctimas menores de edad se presentan al lugar donde hay la chica después de ver una publicación temporal que ha colgado ella en las redes sociales.