La asociación ultracatólica Advocats Cristians ha decidido pasear por Barcelona un camión que señala al alcalde Jaume Collboni por el cartel «ofensivo» de la Mercè. El artista que lo diseñó, Lluís Danés, apostó por un tablero de cricket que corona la figura de la virgen, una opción que ha enfadado a los sectores más conservadores. La asociación ha recogido 22.000 firmas telemáticas para exigir al gobierno municipal que retire el cartel y pide respeto por los «sentimientos religiosos». «No nos quedaremos callados mientras se pisotea la fe de miles de barceloneses», resumió la presidenta de la entidad, Polonia Castellanos. La entidad, que está detrás de diferentes denuncias en todo el Estado por supuestas ofensas al catolicismo, había denunciado a Collboni por «escarnio».
La acción de la asociación ultracatólica llega semanas después de las quejas del Arzobispado de Barcelona, que reaccionó una semana después de la publicación del cartel. La Iglesia catalana lamentó que el artista utiliza de forma “irreverente” diferentes formas religiosas y busca “ridiculizar” la imagen de la Virgen María. Una lectura compartida por un sector de la sociedad, pero que no es unánime entre los católicos. Así lo explicaba el presidente de la Fundación Catalunya Religió, Jordi Llisterri, en una atención al Tot Barcelona a inicios de agosto. “Que la Mercè se convierta en una señora que aparentemente tiene una vida moderna, muy vehemente o festiva, no encaja con los parámetros de la piedad de la Virgen María. Otra cosa es que nos estemos equivocando en la interpretación, pero si lo interpretas así, esto genera polémica”, resumía el experto, que ve «significativo» que, a diferencia de otras polémicas, en las que había habido reacciones inmediatas, el obispado tardara una semana en reaccionar.
El Ayuntamiento ha defendido la libertad creativa del autor
El Ayuntamiento de Barcelona ha ignorado la polémica y las provocaciones de formaciones como Advocats Cristians. El ejecutivo liderado por Jaume Collboni ha defendido la «libertad creativa» del autor. “En ningún caso, se ha inspirado en ningún motivo o figura religiosa para diseñar el cartel”, defienden desde el consistorio. Fuentes del ejecutivo socialista vienen defendiendo que el cartel de la fiesta mayor de Barcelona “es un homenaje a los teatros ambulantes y a la cultura popular mediterránea”. El artista también ha defendido que no es en ningún caso un cartel excluyente. “Su intención es clara: abrir, sumar, emocionar, invitar. No hay dogma ni símbolos ambiguos. Solo la voluntad de celebrar la cultura como un espacio de libertad y de convivencia”, ha apuntado.
