Este jueves se cumplen seis años del 17-A, los atentados que el 2017 acabaron con 16 personas muertas y décimas de heridos en Barcelona y Cambrils. En un acto de homenaje paralelo al oficial, se ha pronunciado el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), José Vargas, que ha pedido responsabilidades al Ayuntamiento de Barcelona y en el Gobierno de la Generalitat “por no haber hecho caso a las recomendaciones de poner pilones o jardineras”. Vargas también ha cargado contra el consistorio, ya que, desde su punto de vista, no soporta los reproches de las víctimas. “Les salen urticarias, por eso no quieren hacer un acto conjunto”, ha afirmado.
Por otro lado, Vargas ha celebrado la posible creación de una comisión de investigación para saber cómo acontecieron los atentados. También ha reconocido que no confía que acabe siendo una realidad. “Ahora todo son requiebros para que se apoyen los unos a los otros”, ha criticado haciendo referencia a las negociaciones en el Congreso.
Protesta contra las cloacas del Estado
200 personas, convocadas por la plataforma 17-A Exigim Responsabilidades, han protagonizado esta mañana una protesta ante la Delegación del gobierno español en Catalunya, en la calle de Mallorca. El motivo de la protesta ha sido reclamar una nueva investigación sobre el verdadero origen de los atentados. Este colectivo, de carácter independentista, sostiene que el Estado, de manera activa o de manera pasiva, impulsó o permitió el atentado. “No nos erigimos en representantes de las víctimas y sus familiares, el dolor de los cuales respetamos profundamente, somos un grupo de ciudadanos anónimos que reclamamos que se investigue de verdad quién había realmente detrás de aquellos atentados”, ha advertido uno de los portavoces de la plataforma.
Por otro lado, a las 10 horas se ha celebrado en la Rambla el acto oficial en homenaje a las víctimas del 17-A, que ha constado de un minuto de silencio institucional, una ofrenda floral sobria y seis minutos de silencio más. Este año nadie ha salido fuera de guion y no ha tenido nada que ver con el acto del año pasado, cuando va hubo críticas en el Estado y silbidos y la entonces presidenta del Parlament, Laura Borràs, se acercó a las víctimas más críticas.
