Jornada corta al Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona por el caso Paula. Esta mañana estaban citados a declarar seis miembros del Cuerpo Nacional de Policía acusados de vejaciones a Paula, una manifestante detenida durante las protestas postsentencia del Primero de Octubre en el centro de Barcelona. Pero dos no estaban citados en forma, y los cuatro que han asistido se han acogido a su derecho a no declarar. El Uno de diciembre están citados los dos que hoy no han asistido, además de siete policías pendientes de prestar declaración. En total, el Juzgado ha imputado hasta 13 agentes implicados en la detención, casi todos de la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía, las unidades antidisturbios.

Según el relato de la acusación particular, Paula estuvo detenida durante 13 horas -el máximo legal son ocho- sin comunicarse ni a sus familiares ni en el Colegio de la Abogacía para que le fuera designado un abogado de oficio. Así estuvo arrestada entre las seis de la tarde del 18 de octubre y las ocho de la mañana del día siguiente. Un tiempo que angustió su familia que temía por su estado después de hacer una investigación por todos los hospitales.

Además, durante su arresto fue obligada a hacer de «cuidadora» de los otros detenidos hombres y tuvieron que subir los pantalones y abrochar los zapatos a los detenidos hombres. También ha denunciado que la cerraron dentro de la furgoneta esposada, y con las luces apagadas, dieron vueltas hasta hacerla caer, todo mientras la trasladaban desde la Jefatura de vía Laietana al Complejo Policial de la Verneda. Igualmente, la chica asegura que uno de los agentes, en concreto un calvo, le puso un cúter en el cuello y le dijo que ella podría ser la primera muerta de uno de los dos bandos. «No buscáis un muerto?» le habría espetado. Al salir de la furgoneta, habría sido empujada, contra el suelo, una acción que le habría provocado una herida al labio.

Estudiantes manifestantes-se en el centro de Barcelona con motivo de la huelga
Estudiantes manifestantes-se en el centro de Barcelona con motivo de la huelga general contra la sentencia del 1-O / A.L.

Diez días de prisión

La abogada de la acusación particular, Norma Pedemonte, en declaraciones en la salida de la Ciudad de la Justicia, ha explicado que después de la detención, Paula pasó a disposición judicial e ingresó en prisión, donde se estuvo diez días. Ahora está pendiente del escrito de acusación de la fiscalía y que se señale juicio contra ella por desórdenes públicos, en base la denuncia y la minuta policial que habrían hecho los mismos agentes que la vejaron.

Por todo esto, la defensa de la chica acusa los policías de delitos contra la integridad moral, vejaciones y abusos. Pedemonte ha criticado, abiertamente, el retraso en la instrucción de la causa, puesto que desde el primer momento estaban identificados los policías sospechosos y han tenido que pasar cuatro años porque sean citados a declarar. Entremedias, la fiscalía tampoco ha hecho ninguna diligencia y la abogada de Paula tuvo que presentar una queja a la jueza decana para que la magistrada instructora avanzara en la tramitación de la causa. Como ejemplo, han habido pruebas como las comunicaciones por radio que no se podan ya reclamar, porque todas se destruyen, por normativa, en el jefe de un mes.

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