El acuerdo sobre la fachada de la Gloria de la Sagrada Familia ya tiene fecha de caducidad, o como mínimo parece que le ha puesto el Ayuntamiento de Barcelona. La teniente de alcaldía, Laia Bonet, después de una reunión con la Asociación de Vecinos y la Plataforma de Afectados del barrio, se ha comprometido que el acuerdo sobre la fachada de la Gloria de la Sagrada Familia llegará durante este mandato. La planificación actual señala que el Temple Expiatorio de la Sagrada Familia tiene que tener una gran escalinata; pero el problema se puede encontrar en el hecho que esta escalinata se tiene que construir donde hay edificios de pisos y que afectaría cerca de un centenar de viviendas.
Laia Bonet no se ha querido mojar posicionándose hacia ninguna propuesta, pero sí que ha dicho que el derecho a la vivienda de los afectados quedará garantizado, un hecho que Gabriel Mercader, miembro de la plataforma de afectados ha corroborado y ha dado por hecho el derribo de algunos edificios y señala que «el importante es reducir las afectaciones».

Bonet ha señalado que quién se hará cargo del coste de las afectaciones será la Junta Constructora de la Sagrada Familia y ha querido poner énfasis en que «el que no puede pasar es que la solución urbanística no se empiece a pensar hasta que se acabe la fachada», y por eso se está hablando ya de la transformación de esta zona, una transformación que no llegará hasta de aquí a diez años, cuando las obras de la fachada de la Gloria hayan acabado.
Los vecinos piden una reunión conjunta del Ayuntamiento, la Junta Constructora de la Sagrada Familia
Los vecinos han celebrado que el Ayuntamiento haya pronunciado este compromiso a pesar de que piden tener una reunión en tres bandas, con el Ayuntamiento y la Junta Constructora de la Sagrada Familia, puesto que, en declaraciones recogidas por la ACN, según explica Francesc Pla, vicepresidente de la plataforma, «no se podrán tomar decisiones firmes sin las tres partes sobre la mesa».
