Medio centenar de personas han pasado la noche en el campamento montado en la plaza de las Drassanes, popularmente conocida como la plaza de la Carbonera, para protestar contra el genocidio en Palestina y el asalto de la Flotilla. Los activistas instalaron una veintena de tiendas de campaña y varios toldos después de la protesta de este jueves por la tarde, que reunió a más de 15.000 personas en esta zona situada entre el World Trade Center y la avenida Paral·lel.
Una de las portavoces del movimiento de apoyo a la Flotilla, Judit Piñol, explicó a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que han dormido “muy tranquilas” y advirtió que la acampada es “indefinida”. Los activistas no se moverán hasta que se produzca una “ruptura real, efectiva e inmediata de las relaciones comerciales con el gobierno de Israel”.
Los organizadores de la protesta también reclaman el fin del bloqueo marítimo a la Franja de Gaza, la liberación de los activistas de la Global Sumud Flotilla detenidos por Israel tras el asalto a la misión humanitaria, decretar un embargo efectivo y total de armas a Israel y romper las relaciones diplomáticas, culturales y deportivas con Tel-Aviv. “Nos iremos de aquí el día que los gobiernos hagan su trabajo. Es tan sencillo como eso”.
La Carbonera, epicentro de las protestas
Este viernes están previstas al menos dos nuevas movilizaciones, una por la mañana y otra por la tarde, que terminarán en la plaza de la Carbonera, convertida en el epicentro de las protestas pro Palestina. También hay una jornada de huelga educativa convocada por la CGT, que ha hecho un llamado a todo el personal docente y de atención educativa de escuelas, institutos, universidades y centros del sector del ocio a sumarse. El Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) ya había anunciado una huelga de estudiantes. El sábado hay una nueva manifestación al mediodía que saldrá desde los Jardinets de Gràcia y que coincidirá con protestas similares que se llevarán a cabo en ciudades de todo el mundo.
