El Ayuntamiento de Barcelona empezó hace unas semanas a construir unas escaleras para que los vecinos pudieran atravesar las vías del tranvía en obras. La infraestructura, que se encuentra en la avenida Diagonal, a la altura de la calle de Castillejos, generó críticas. Concretamente, desde la Asociación de Vecinos del Fort Pienc las describieron como las escalas «imposibles» y las catalogaron como «escalas de la vergüenza». ¿El motivo? Tienen mucho de pendiente y no cuentan con una rampa alternativa.
Pocos días después de que estallara esta polémica, el Ayuntamiento ha decidido detener las obras de esta escalera. Así lo ha avanzado este lunes

Los vecinos y los comerciantes de la zona, que se encuentra en el barrio del Fort Pienc, dieron hace unos días algunos detalles de los problemas que generaban las escaleras. “Tienen una pendiente demasiado pronunciada y podrían ser poco accesibles a personas grandes, con movilidad reducida o aquellas que tengan que llevar cochecitos de niños”, explicaron. Por su parte, el concejal de TriasxBCN y presidente del distrito del Eixample, Joan Rodríguez, hizo una visita al “desastre” provocado por las obras. “Hay un desnivel excesivo, se habría podido hacer de otro modo, seguramente con una rampa con dos tramos, como están pidiendo los vecinos del barrio”, insistió Rodríguez, que también recalcó que no se podían permitir estas “chapuzas” después de una década de estudios y una inversión de 52 millones de euros en obras.
Aplazar el proyecto
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, anunció la semana pasada que quiere dejar la conexión del tranvía hasta Francesc Macià para el próximo mandato. El jefe de filas municipal del PSC explicó al acto