El Ayuntamiento de Barcelona aprobó a principios de febrero de manera definitiva el proyecto de reurbanización de la vía de Barcino, en el barrio de Trinitat Vella (distrito de Sant Andreu). La actuación se hará en la arteria que conforma el entorno de la antigua prisión de la Trinitat Vella y dará respuesta a una reivindicación vecinal histórica. Este lunes, finalmente, el Instituto Municipal de Urbanismo empieza la primera fase de estas obras, que se centrarán en actualizar el vial, lo cual es el primer paso para convertirlo, más adelante, en una gran zona verde, con áreas deportivas y juegos infantiles. La actuación tiene un presupuesto de 1,5 millones de euros y la previsión es que no se termine hasta el verano. Durante la primera fase, se actuará en alrededor de 260 metros lineales, tramo que se encuentra entre la calle de Madriguera y el Centro Deportivo Municipal Trinitat Vella.

Estas obras también quieren que la vía Barcino tenga un único carril de circulación por sentido y algunos aparcamientos. Las aceras, por su parte, serán con parterre corrido y tendrán una franja de 1,80 metros pavimentada u otros elementos que configuren un espacio exclusivo para peatones. Además, adyacente al vial, se hará un parterre vegetal corrido que incorporará todo el arbolado existente y la futura plantación de más vegetación.

Mejoras en la red de alumbrado

La estación de Bicing, por su parte, se trasladará de la banda de los edificios de viviendas a la acera que se encuentra ante el Instituto Escuela Rec Comtal. Con este movimiento se podrá reubicar la parada y marquesina del bus Vía Bàrcino-Ausona para acercarla al CAP Trinitat Vella y mejorar su accesibilidad. En paralelo, se reforzará la red de alumbrado implantando nuevos puntos de luz.

Hay que recordar que la urbanización de la Vía Barcino es parte de un proyecto de regeneración de Trinidad Vieja, que incluye la recuperación del Rec Comtal. El pasado mes de enero, el Ayuntamiento hizo públicos los detalles sobre este proyecto, que consistirá en construir una nueva ruta verde alrededor de este canal hidráulico. También tiene la intención de convertirlo en un atractivo turístico para residentes y visitantes que sirva por “descentralizar” la oferta turística de la ciudad.

Una parte de la reguera condal, visible al barrio de Vallbona / Jordi Play
Una parte de la reguera condal, visible al barrio de Vallbona / Jordi Play

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