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A juicio un camello denunciado para vender éxtasis en mal estado

Tenía que ser una noche de droga y diversión, pero el final de la historia fue muy diferente. De hecho, los protagonistas de la historia acabaron enfermos y denunciando el camello que se los había vendido pastillas de éxtasis presuntamente en mal estado. Por eso, el narcotraficante al por menor irá a juicio este lunes donde se juega no solo cinco años de prisión y 1.600 euros de multa, sino que el ministerio fiscal también propone que sea expulsado de España y no pueda volver a entrar durante 9 años.

Según el atestado que recoge el ministerio público, los hechos se produjeron el 17 de abril de 2022 a la conocida sala Apolo de Barcelona. Una pareja y otra chica, prima de la otra novia, decidieron que con las bebidas combinadas no tenían bastante. El siguiente paso era probar algún tipo de droga para acabar de hacer la «subida» -(subidón) y optaron por el éxtasis. El resultado fue un mal viaje de las drogas y una denuncia a los servicios de seguridad que la mercancía que venía no era bastante buena. El camello fue retenido por los guardas de seguridad hasta que los Mossos de Escuadra los detuvieron.

Tres pastillas

La vista del juicio se celebrará este lunes en la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, según el atestado instruido por el Juzgado 16 de Barcelona. El ministerio público relata en su escrito de acusación que el acusado se encuentra en una situación «ilegal» en el Estado español y que según la policía no le consta ningún tipo de arraigo. Aquella noche, el acusado se encontraba en la segunda planta de la discoteca y hacia las dos de la madrugada recibió la visita de la pareja y la prima. De hecho, preguntaban por la zona si alguien tenía mercancía para suministrar. El ahora acusado se ofreció y los endilgó tres pastillas de MDMA a diez euros cada una.

Los tres se las tragaron. El chico y la prima, una de entera. La novia del chico, un cuarto. Los efectos, pero, no fueron los previstos. Los tres se empezaron a encontrar «fatal» y cada vez, a medida que pasaba el rato, «peor». Así que denunciaron los hechos a los vigilantes de seguridad del local y los acompañaron hasta localizar el camello que los había vendido la droga que todavía rondaba por la segunda planta. Lo retuvieron hasta que llegaron los Mossos d’Esquadra y lo detuvieron. En el arresto y el cacheo le localizaron 4,1 gramos de cocaína con un 20% de pureza y 262 euros fraccionados en diferentes billetes que la policía identifica como provenientes de sus negocios. La curiosidad del caso es que la denuncia inicial proviene de los mismos consumidores que no digirieron bien las pastillas.

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