Después de que hace un año, el gobierno en minoría del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, se viera obligado a prorrogar las ordenanzas fiscales para 2024, este viernes Jaume Collboni ha logrado finalmente cerrar un acuerdo con Barcelona en Comú y ERC para aprobar los nuevos impuestos y tasas para 2025. Las ordenanzas fiscales ponen el foco en una mayor presión al sector turístico. En el caso de la ciudadanía, la mayoría de impuestos y tasas se congelan, pero la tasa de residuos que se paga a través del recibo del agua subirá.
El miércoles de esta semana, en la comisión de Economía y Hacienda, tanto Comuns como republicanos hicieron reserva de voto. El hecho de que el gobierno de Collboni viera con buenos ojos la idea del Puerto de Barcelona de hacer una nueva terminal de cruceros de lujo llevó al grupo municipal, encabezado por Janet Sanz, a plantarse. Finalmente, un acuerdo por escrito, en el cual PSC y Comuns, rechazan hacer una nueva terminal de cruceros, ha permitido desbloquear la situación y que la formación ecosocialista haya votado a favor de las ordenanzas fiscales.
Las ordenanzas fiscales han sido avaladas por 24 de los 41 concejales del consistorio, los representantes del PSC, Comuns y ERC. El resto de formaciones del pleno –Junts per Catalunya–Trias per Barcelona, PP y Vox– han votado en contra. El concejal de Junts Damià Calvet ha dicho que estas ordenanzas fiscales no son las que necesita Barcelona. El grupo ha denunciado que había presentado 28 alegaciones a la propuesta del gobierno, pero no se ha aceptado ninguna. Junts había planteado una rebaja de la presión fiscal, reduciendo el IBI un 4%. Posteriormente, el presidente de Junts Jordi Martí Galbis ha dicho que esta semana Comuns y socialistas han hecho «un paripé» con una «terminal de cruceros fantasma». Según Martí Galbis, los Comuns tienen «secuestrado» el gobierno de Barcelona. «La opción del tripartito es un fracaso anunciado», ha sentenciado.
Desde Barcelona en Comú, Sanz ha reconocido que las negociaciones con el gobierno de Collboni no han sido fáciles y ha agradecido su «rectificación». La presidenta de los Comuns en el Ayuntamiento ha asegurado que estas nuevas ordenanzas harán que el sector turístico pague más, así como el Puerto. El acuerdo con los Comuns contempla cerrar dos terminales de cruceros, y pasar de siete a cinco, y rechazar la construcción de otra si el Puerto lo propone.
El recargo de la tasa turística se duplicará en el futuro
El concejal de ERC Jordi Castellana ha dicho que la fiscalidad turística que el Ayuntamiento de Barcelona está aplicando es fruto de sus propuestas. La aportación principal de los republicanos este año ha sido que en un futuro la ciudad pueda aplicar un recargo municipal de la tasa turística que pasará de los cuatro a los ocho euros por persona y noche. El acuerdo, sin embargo, no será inmediato, ya que requiere que previamente lo apruebe el Parlament de Catalunya y después el Ayuntamiento tendrá que decidir si hace la subida de manera progresiva o de una sola vez. Castellana ha calificado el acuerdo para no hacer una nueva terminal de cruceros como «postureo», ya que el Puerto ha dicho que no hay ninguna intención de hacer ninguna nueva terminal.
Se subirá el IBI a los hoteles de lujo
A grandes rasgos, las ordenanzas fiscales para 2025, implicarán que se incremente el IBI que pagan los hoteles de lujo en la ciudad. También está previsto aumentar progresivamente el IBI que afecta a los Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICES), ubicados básicamente en el Puerto de Barcelona, y que la entrada del Park Güell pase de los 10 a los 18 euros. También se creará una nueva zona bus para gravar más a los autocares turísticos que circulan por la ciudad. Según el gobierno de Collboni, esto hará que estos vehículos paguen 80 euros al día en lugar de los 20 actuales, ha detallado en el pleno el teniente de alcaldía del área económica de 2025. Collboni ha dicho que el Ayuntamiento tendrá más ingresos sin incrementar la carga fiscal a la ciudadanía para hacer más vivienda social y desarrollar políticas sociales, entre otras. A la espera de que los grupos negocien unos nuevos presupuestos, este viernes por la mañana, Collboni ha firmado la prórroga de las cuentas de 2024.
Entre los impuestos y tasas que se congelan están el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. Los ciudadanos también pagarán lo mismo por aparcar en las áreas azul y verde, aunque los coches eléctricos o 0 emisiones perderán el 50% de la bonificación. Tampoco subirán el Bicing y el Zoo, pero sí lo hará el parque de atracciones del Tibidabo, con una entrada general que pasará de los 35 a los 39 euros.
La tasa de residuos subirá
Los barceloneses pagan a través del recibo del agua dos tasas de residuos, una de recogida (municipal) y otra de tratamiento (metropolitana). Las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento prevén un aumento de la tasa municipal para adaptarse a la entrada en vigor de la Ley 7/2022 (de residuos y suelos contaminados para una economía circular), que determina la existencia de una tasa no deficitaria que cubra el 100% de los costos de prestación del servicio, y esto supone la necesidad de incrementar las tarifas de forma progresiva en tres años, argumenta el consistorio. Para 2025, el 72,7% de los hogares verán cómo la factura les subirá entre cinco y 10 euros al año, en función de la categoría de contador. Los cálculos que ha hecho el gobierno municipal es que los ciudadanos que ahora desembolsan 27,65 euros al año de la tasa pagarán 32,91 euros, y los recibos de 51,38 pasarán a 61,15 euros anuales, en cuanto a la tasa de residuos.
