TriasxBCN y Barcelona en Comú presentarán en la Comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda dos proposiciones casi antagónicas para que el gobierno del PSC se moje y escarifique qué modelo turístico quiere para la ciudad de Barcelona. Desde el grupo municipal de Junts pedirán al ejecutivo de Jaume Collboni que modifique lo Plan Especial Urbanístico de Alojamientos (PEUAT) para regular las viviendas compartidas y permitir proyectos singulares que aumenten la oferta turística de «calidad» en Barcelona. Paralelamente, los Comunes pedirán al gobierno cerrar 8.000 pisos turísticos en Barcelona para cumplir con la regulación aprobada por la Generalitat de Cataluña.
Los junters creen que es momento de regular los hogares compartidos para permitir «proyectos singulares» que ayuden a «luchar contra masificación turística» con una actividad económica «que aporta valor añadido». El grupo liderado por Xavier Trias quiere que esta modificación «incluya la posibilidad de la implantación de este tipo de proyectos a la zona específica 1 y 2, previo a un estudio de cada propuesta en particular y su viabilidad e impacto en su ubicación».

«Instamos a la modificación del PEUAT, ya lo dijimos cuando se aprobó, y votamos en contra, que estaba planteado como un instrumento para hacer factible el decrecimiento. Creemos que se tiene que luchar contra la masificación y las externalidades negativas que genera el turismo, pero utilizar de manera inteligente las herramientas a nuestro alcance porque Barcelona se beneficie de la actividad económica que aporta valor añadido y riqueza», ha afirmado el portavoz del grupo, Jordi Martí Galbis.
Los Comunes, contra los pisos turísticos y el turismo de borrachera
Una opinión muy diferente tienen los Comunes, que en boca del portavoz Jordi Martí mantienen que los pisos turísticos, en general, son un negocio que «no solo genera molestias a los vecinos, sino que también es uno de los factores de encarecimiento de la vivienda en Barcelona». Martí ha aprovechado la comparecencia de prensa para pedir que la revisión de la Ordenanza de Civismo de 2006 sea más clara y sintética, y actúe contra el «turismo de borrachera».
Estos días, el responsable de la seguridad, Albert Batlle, se está reuniendo con los grupos para mirar de consensuar un texto que permita actualizar la normativa. Respecto a este punto, Martí Galbís ha resaltado que TriasxBCN está comprometido con la normativa, pero ha lamentado que llegue tarde porque «en los últimos ocho años han sido ocho años perdidos para tener una nueva ordenanza».
