Investir a Collboni no ha cambiado nada. No es una frase textual, pero sí la sensación que desprende el balance que hace el concejal del PP, Daniel Sirera, de los dos primeros años de mandato. El popular, que hizo posible un gobierno socialista en Barcelona, sumando sus votos a los de Barcelona en Comú, cree que el alcalde «mantiene la ciudad en parálisis». Sirera se ha vestido de alcaldable este lunes en un gran acto de medio mandato para distanciarse -sin arrepentirse- de una decisión «que no fue fácil». «Le dimos la mejor oportunidad de su vida: gobernar y gobernar sin Colau», ha manifestado primero, para acusarlo después de «no gobernar para todos».
Daniel Sirera ha adelantado dos años el inicio de la campaña electoral, reuniendo en el Recinto Modernista de Sant Pau a personalidades de su partido en Cataluña y caras conocidas del entorno popular. Históricos del partido y antiguos rivales políticos que en otras épocas comandaban el barco naufragado de Ciudadanos. Sirera se acerca al estilo personalista de Xavier García Albiol en Badalona e intenta marcar perfil propio como Manu Reyes en Castelldefels. Un único atril solemne, azul como el color del PP pero sin las siglas visibles fácilmente. Solo una única bandera, la de Barcelona. Ni rastro de los colores de España. Tampoco de la senyera. Solo dos referencias a Pedro Sánchez y siempre para atacar a Collboni. «Collboni actúa más como delegado de Sánchez que como alcalde de Barcelona», ha dicho. El popular también ha acusado al alcalde de «callar para no incomodar a su jefe».

A partir de aquí, dos señas identitarias: la antiocupación y la seguridad. «Hace 16 meses que presentamos una ley en el Congreso para sacar a los okupas en 24 horas. Sánchez no deja que se tramite y Collboni calla», ha afirmado, solemne, con americana de cuello grueso y corbata y sin borrar ninguna sonrisa en la media hora de discurso. Sirera también quiere «más policía patrullando la calle». Ha pedido 3,000 nuevos Mossos en el Raval, en Sant Martí y en Nou Barris. Y en un toque nacionalista, ha pedido retirarlos del Puerto y el aeropuerto. «Para eso ya está la Policía Nacional y la Guardia Civil».
Ofensiva contra el cierre de pisos turísticos
Cabalgando entre el catalán y el castellano, Sirera ha pedido «valentía» porque «el cambio no vendrá solo». El popular no ha soltado muchas sorpresas. Contrario a la reserva obligatoria del 30% para vivienda protegida y que se cierren los apartamentos turísticos en 2028. Esta última, «una de las decisiones más irresponsables del gobierno municipal», según Sirera. «Collboni no solo quiere cerrarlos. Quiere expropiarlos. Como si lo público tuviera que avanzar a golpe de confiscación, sin ningún respeto por la propiedad privada ni por el sentido común», ha indicado.
El líder del PP en el Ayuntamiento ha incluido en el discurso el concepto «gestión eficaz», gracias a la cual se acabará con el «infierno fiscal» de Barcelona, ha dicho. En la práctica, la gestión de la que habla esboza una rebaja de un 30% del IBI -Junts pide hacerlo un 4%- y otro 30% las actividades económicas. La receta también incluye rebajas de la tasa de terrazas -Collboni ha eliminado la bonificación de la pandemia, pero ha rebajado los importes acordados en 2019- y revisar el impuesto de vehículos.

Pensando en las elecciones de 2027
El PP aún no ha confirmado a Sirera como su candidato, pero todo apunta en esa dirección. Solo un golpe de timón en los despachos de Génova, en Madrid, dejaría a Sirera sin campaña electoral. De hecho, el mismo Sirera apuntaba en una entrevista en el Tot Barcelona que la designación es un simple formalismo que llegará «meses antes» de las elecciones. Esta tarde, rodeado de los suyos, el popular ha recordado que «se siente preparado» y ha prometido «no fallar», a los ciudadanos.
Todo apunta que Alberto Núñez Feijóo dará continuidad a la apuesta de 2023. Lo recuperó para liderar una estrategia clara en Barcelona que superara el fracaso de Josep Bou, un independiente extravagante que nunca terminó de gustar a la cúpula del partido en Madrid. Dos años más tarde, el líder popular en el Ayuntamiento de Barcelona es uno de los elegidos para redactar los nuevos estatutos del PP, pero cierra la puerta -al menos, públicamente- a tener un cargo en Madrid.
Con perfil propio, el objetivo es recuperar los 9 concejales que habían conseguido los populares en sus mejores épocas en el Ayuntamiento. Sirera hizo alcalde a Collboni, pero no ha pactado prácticamente nada y ahora se erige en la gran alternativa en 2027. Como todos los demás. Con estrategias llamativas, atizando el debate de Can Vies y luciendo una furgoneta antiokupación por Barcelona, el popular no tiene los antecedentes del PSC, pero ve posible una escalada similar a la de Collboni, que ocho años atrás tenía los mismos concejales que él -cuatro- y ahora es el alcalde. Ninguna quiniela pronostica una victoria que sería histórica, por inverosímil, pero Sirera insiste en hacerlo posible. «No hay ninguna maldición bíblica que diga que el PP no puede gobernar la ciudad de Barcelona», insistía hace semanas en el TOT.


