Sílvia Orriols se acerca al publicista Lluís Carrasco, el hombre que dirigió la campaña del retorno de Joan Laporta a la presidencia del Barça y fue el autor de la lona impactante con una fotografía de Laporta que se colgó en diciembre de 2020, al lado del estadio Santiago Bernabéu, con el mensaje Ganas de volver a veros. Aliança Catalana (AC) y el propio Carrasco han confirmado al TOT Barcelona los contactos. Si fructifican las negociaciones, la agencia de Carrasco se encargará, entre otras acciones, de la campaña de AC en Barcelona para las municipales de 2027.
«Soy experto en marketing electoral y es posible que seamos la agencia de comunicación estratégica de AC, pero no lo sabremos hasta dentro de unas semanas», dice Carrasco. En términos similares se ha expresado el presidente de AC en el Barcelonès, Jordi Amela. «Estamos hablando con él como publicista. Son conversaciones profesionales». Tanto AC como Carrasco descartan que se haya puesto sobre la mesa que Carrasco pueda ser el alcaldable del partido de Orriols en la capital catalana. «No me dedico a la política», asegura el publicista.
Hoy hemos inaugurado la sede de Aliança Catalana en Barcelona.
— Aliança Catalana (@CatalunyaAC) December 19, 2025
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AC se presentará a las municipales de Barcelona
Tal como avanzó el TOT a finales de noviembre, AC tiene intención de presentarse a las municipales de Barcelona de mayo de 2027, aunque aún no ha confirmado quién será el alcaldable. El viernes pasado, durante la inauguración de la sede barcelonesa del partido -en la calle de Villarroel, 52, en pleno Eixample barcelonés-, Orriols dijo que estaban en conversaciones con una «figura interesante» que podía encajar en el perfil ideológico de AC y ser el candidato en Barcelona. La persona se podría dar a conocer para Sant Jordi. Hace unas semanas, Amela descartó que el alcaldable de Aliança Catalana fuera Santiago Espot, columnista de El Món y exalcaldable de Solidaritat Catalana en Barcelona.
Unos 3.000 euros de alquiler
La sede de Aliança Catalana en el barrio de Sant Antoni tiene unos costos de unos 3.000 euros al mes en concepto de alquiler, una cifra a la que hay que añadir otros 12.000 euros más que ha supuesto adecuar los bajos con entresuelo. Según el secretario de Organización y Finanzas de AC, Oriol Gès, estos importes se pagan con aportaciones de los militantes y donaciones anónimas.
Se disparan las expectativas electorales
A finales de noviembre, el CEO (Centro de Estudios de Opinión) disparó las expectativas electorales de AC en Cataluña. En caso de haber elecciones en el país, el partido de Orriols podría llegar hasta los 20 diputados y disputaría ser la tercera fuerza del Parlamento a los de Carles Puigdemont (Junts per Catalunya). En Barcelona, una encuesta de El Periódico del septiembre pasado ya daba a Orriols el 5% necesario para conseguir representación en el plenario. En opinión de Orriols, Barcelona es «territorio hostil», pero en la inauguración de la sede del Eixample se mostró optimista en que el electorado acabará «comprando» el mensaje de Aliança Catalana.
Algunos politólogos consultados por el TOT piensan que la candidatura de AC en Barcelona puede ser un test para las elecciones catalanas, un “termómetro” para conocer realmente con qué apoyos cuenta en la capital del país y qué candidato pone en la demarcación de Barcelona en 2028. “Un 3% de votos en Barcelona pueden ser cuatro o cinco diputados en el Parlamento”, resumió el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona (UB) Jesús Palomar.
Las municipales servirán para ver si el crecimiento de AC es estructural
Para el profesor del máster en Comunicación Política e Institucional de la Barcelona School of Management de la UPF y del máster en Marketing Político del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS), Jordi Crisol, la candidatura del partido de Orriols en Barcelona funcionará como “un stress test (una prueba de resistencia)”, porque la ciudad “concentra diversidad socioeconómica, alta movilidad electoral y espacios de voto protesta y fluido”. Al mismo tiempo servirá para determinar si el crecimiento de AC es estructural o solo territorialmente acotado.
Según el profesor de Ciencia Política de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Andreu Paneque, las municipales de Barcelona, “por el peso específico que la ciudad tiene” en el conjunto del país, se pueden ver desde una “lógica partidista” y como un “caldo de cultivo” de las elecciones catalanas. Paneque no tiene claro hasta qué punto AC puede estar tan bien posicionada en Barcelona como lo está, por ejemplo, en Ripoll. Y cree que AC enfocará los comicios desde “la perspectiva nacional”. El competidor principal de AC en la capital de Cataluña no será Vox sino Junts, valora Paneque.
Sin primarias
En el caso de Barcelona, AC no tiene pensado hacer primarias ni ningún proceso similar para elegir al alcaldable, explicó Amela. Más allá de Barcelona y Ripoll, el partido no ha concretado en cuántos municipios presentarán candidatos. «Se primará la calidad sobre la cantidad, con listas con gente que esté claramente comprometida con el proyecto». En el caso del área metropolitana, dos de las poblaciones que Orriols valora son l’Hospitalet de Llobregat y Badalona, pero aún no se ha tomado una decisión en firme.
Los candidatos de otros partidos
El alcaldable de Aliança Catalana se enfrentará en Barcelona a las urnas al alcalde Jaume Collboni. Probablemente, de Barcelona en Comú, el candidato será Gerardo Pisarello, que ya ha oficializado su intención de presentarse a las primarias del partido. En Junts per Barcelona, Josep Rius se perfila como el alcaldable, pero Jordi Martí Galbis insiste en que se celebren unas primarias. En ERC, Elisenda Alamany ya ha manifestado que quiere ser candidata. Y en el PP, si no hay sorpresas, repetirá como cabeza de lista Daniel Sirera. Vox, el último partido con representación municipal, no ha comunicado aún quién presentará, como tampoco lo ha hecho la CUP.
