Jaume Collboni ha sufrido hoy a la comisión de Economía y Hacienda una doble derrota: toda la oposición ha tumbado las ordenanzas fiscales del próximo año y ante la falta de apoyos, el gobierno del PSC ha decidido retirar la propuesta de presupuestos. Una de las condiciones que ha puesto Trias per Barcelona para aprobar las ordenanzas fiscales ha sido una rebaja fiscal del IBI del 2%, pero los socialistas lo han rechazado, han explicado fuentes del partido del exalcalde.
El regidor y exconseller de la Generalitat, Ramon Tremosa, ha recordado en la comisión que en Lleida Junts había aprobado las ordenanzas fiscales del PSC porque se había incorporado una rebaja del IBI del 2%. “En Barcelona, nos gustaría haber visto este detalle, pero, de momento, no ha sido posible. Cuando la economía va bien es cuando hay que subir los impuestos. Cuando la economía va mal y sufren las clases más populares y las empresas más pequeñas es cuando hay que rebajarlo”.
Escenario de fragmentación, según el gobierno
El teniente de alcaldía del área económica del gobierno del PSC, Jordi Valls, ha reconocido la petición hecha por Trias per Barcelona y lo ha comparado con la que ha puesto sobre la mesa otro grupo: subir el IBI un 13%, ha dicho en referencia en Barcelona en Comú sin citar a la formación d‘Ada Colau. Los Comuns quieren subir el IBI a los grandes propietarios, pero según Valls esto es “imposible” y si se aumenta se tiene que hacer por todo el mundo.
“Este es el escenario de fragmentación que tenemos en el Ayuntamiento. Continuaremos dialogando. Nos encontramos con situaciones complejas, como formaciones políticas que quieren participar del gobierno tienen posiciones fiscales diametralmente diferentes. La fase de diálogo todavía no se ha desarrollado totalmente”, ha insistido Valls, que fue alcalde de Manresa en una anterior etapa política.
Las ordenanzas fiscales, contra las cuerdas
Las ordenanzas fiscales se tienen que aprobar definitivamente en el plenario de diciembre para que puedan entrar en vigor el 1 de enero de 2024. Se volverán a votar al plenario del 27 de octubre para hacer la aprobación inicial, pero si aquel día el gobierno de Collboni no obtiene la luz verde de los grupos, las ordenanzas fiscales caerán y el alcalde se verá obligado a prorrogar las ordenanzas actuales en 2024. “Intentaremos continuar hablando con todo el mundo. La posición de todos los partidos es legítima. Este escenario estaba previsto”, ha resumido Valls.
Para Tremosa, las ordenanzas fiscales de Collboni “son demasiado continuistas, como si la ciudad no hubiera votado cambio a las elecciones del pasado mes de mayo”. También ha destacado que “se hubiera podido ir más allá a la hora de diseñar estas ordenanzas”, puesto que el impacto previsto de todo el paquete es de unos 5 millones de euros, en un presupuesto de 3.735 millones de euros.