El Juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona ha admitido a trámite una querella contra la exalcaldesa Ada Colau por posible prevaricación en la suspensión de relaciones con Tel Aviv. Según han avanzado
La querella que ha derivado en esta apertura de procedimiento fue interpuesta inicialmente ante la Audiencia Nacional, al entender que los efectos del supuesto delito tenían lugar en otro país, Israel, pero la respuesta del tribunal fue que los juzgados competentes eran los de la capital catalana. El principal argumento que defiende esta denuncia es que el Ayuntamiento no tiene competencias para tomar decisiones que afectan a la política exterior, que corresponderían el gobierno español. En concreto, hace especial énfasis en el hecho que Colau no tenía competencias para romper relaciones formalmente con Israel, aunque lo cierto es que el decreto aprobado hacía referencia solo al hermanamiento con Tel Aviv.
La denuncia presentada por el abogado Francesc Jufresa, sin embargo, va más allá y también ve un posible delito de odio en todo ello, al entender que la carta que la exalcaldesa hizo llegar al primer ministro del país, Benyamin Netanyahu, contendía referencias antisemitas y afirmaba que Israel era un Estado racista.
Una decisión polémica que rompió el gobierno
Hay que recordar que la decisión de suspender el hermanamiento con Tel Aviv tomada por Colau el pasado 9 de febrero en respuesta a la situación «de apartheid» que vive el pueblo palestino y a las «décadas de vulneraciones sistemáticas de los derechos humanos» levantó mucha polvareda.
La noticia generó discrepancias en el seno del gobierno municipal, puesto que los entonces socios de Barcelona En Comú, el PSC, expresaron su rechazo. Se celebró un pleno monográfico para abordar la cuestión. Todos los partidos del consistorio, a excepción de los republicanos que se abstuvieron, votaron en contra, pero la entonces alcaldesa sacó adelante la medida con un decreto.