«Estamos hasta los huevos», «España una y no cincuenta y una», «Viva España», «Hay que votar a VOX», «Abascal, orgullo nacional», «Socialistas puteros y golpistas», «Ese furgón para Puigdemont», «Puigdemont a prisión», «Pedro Sánchez hijo de puta», «Viva la virgen de Pilar», han sido algunas de las proclamas de un grupo de españolistas ultra, de unas 200 personas, que han reaccionado al acuerdo anunciado por Junts per Catalunya y el PSOE sobre la ley de amnistía y un acuerdo de investidura de Pedro Sánchez que se suma al ya rubricado por ERC. ‘Los de Artós’ habían convocado a los manifestantes a las 7 de la tarde en esta plaza de Sarrià, pero la falta de manifestantes ha retrasado la marcha hasta la delegación del gobierno español más de media hora.
«España no se vende, se defiende»
Además de los cánticos ya más o menos tradicionales del españolismo contra el independentismo, también ha habido proclamas racistas contra la comunidad musulmana: «Cono los moros no tenéis cojones». Tampoco ha faltado una referencia al miembro y fundador de VOX Alejo Vidal- Cuadras, que este jueves ha sido víctima de un disparo en Madrid. «No estamos todos, falta Alejo». En la cabecera de la manifestación había una pancarta con el mensaje ‘España no se vende, se defiende’, y tampoco ha faltado el ‘A por ellos’. Los manifestantes han encendido bengalas y se han concentrado ante las puertas de la delegación con carteles donde se podía leer ‘España, mucho más que una Constitución’ y han gritado ‘si tienes cojones, convoca elecciones’. En representación de Vox, se han unido a la concentración el presidente del partido en el Parlamento, Ignacio Garriga; los eurodiputados Jorge Buxadé y Hermann Tertsch; el portavoz en el Parlamento, Joan Garriga; los diputados María García Fuster, Andrés Bello y Alberto Tarradas, y el regidor de Vox en el Ayuntamiento de Barcelona, Gonzalo de Oro-Pulido.

Todo ello, con un recorrido que ha pasado por las calles de Muntaner, Rosselló, Diagonal y Roger de Llúria, donde, ante la delegación del gobierno español, los concentrados han seguido gritando hasta que a las 21.30 h se ha dado por disuelta la concentración. Unidades de los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra se han situado ante la delegación del gobierno español, y agentes de la Guardia Urbana han cortado las calles adyacentes para evitar el acceso de vehículos. La policía no llevaba los cascos puestos, como sí que ha hecho en otras manifestaciones.