El gobierno de Jaume Collboni asegura que había aceptado el 90% de las demandas que Barcelona en Comú quería incorporar a los presupuestos municipales y que suponían 90 millones para el 2024 y 300 millones para todo el mandato. Así lo aseguran fuentes de los socialistas al TOT Barcelona, después de que los Comunes hayan confirmado este jueves por la tarde que el viernes se posicionarán en contra de las cuentas en el pleno.
Pero esta no era la condición principal que habían puesto los Comunes, que pedían entrar en el ejecutivo municipal para aprobar los presupuestos, pero la respuesta del alcalde siempre ha sido la misma: quería aprobar primero las cuentas y después hablar de un pacto de gobernabilidad. Como no se ha cumplido, los Comunes votarán en contra.
Según el PSC, Collboni se había comprometido a destinar ocho millones este 2024 y 27 hasta el año 2027 a la compra de edificios residenciales para alquiler, así como continuar con la rehabilitación de viviendas en el barrio del Besòs-Maresme, con el compromiso de llegar a 500.
Mantener el 30% de la vivienda de protección oficial
Incluso, el ejecutivo del PSC estaba dispuesto a mantener la reserva del 30% de vivienda de protección oficial en nuevas promociones y rehabilitaciones, «haciéndola eficaz», y mantener el veto a la apertura de hoteles en el centro, con la excepción de los casos singulares.

En el ámbito urbanístico, Collboni se había comprometido a hacer la pacificación de la calle de Rosselló, que había parado, y a continuar con la reforma de la Meridiana, con una inversión para todo el mandato de 26 millones de euros. Además, el alcalde proponía destinar a la remodelación del paseo de la Mar Bella seis millones este año y 21,3 hasta 2027. Ahora mismo, la previsión presupuestaria para este proyecto es de 81.000 euros.
Sobre derechos sociales, educación y cultural, el PSC estaba de acuerdo con los Comunes en avanzar en la creación de un servicio municipal de óptica, buscando acuerdos con la Generalitat de Catalunya, ampliar el programa
Hacia la cuestión de confianza
Sin el apoyo de los Comunes, los presupuestos no se aprobarán, puesto que el alcalde solo cuenta con el voto favorable de ERC. Con este panorama, Collboni se verá obligado a activar la cuestión de confianza, un tipo de moción de censura, para aprobar las cuentas. Una vez se ponga en marcha, la oposición dispondrá de 30 días para encontrar un relevo para la alcaldía a Collboni. Cómo es altamente improbable que esto pase, a finales de abril los presupuestos, más de 3.800 millones de euros, quedarán aprobados automáticamente.