Sábado con doble reto para los socialistas. Por un lado, de buena mañana, hacer sentir a los vecinos del Raval que serán una prioridad si el PSC consigue la alcaldía. Por otra, en el acto de la tarde, abanderar la lucha LGTBI en la ciudad de Barcelona. «Tendremos un alcalde socialista y gay», ha sentenciado Jaume Collboni en el hotel Axel. «Nosotros no escondemos nuestras siglas ni nuestra forma de ser, de querer y de ser como somos», ha sentenciado en un discurso en el que también ha lamentado los insultos que todavía sufren las personas gais y lesbianas.
En esta misma línea, Collboni ha avisado que la LGTB-fobia es real y ha hecho un llamamiento a la movilización para «barrar el paso de la ultraderecha» al Ayuntamiento de Barcelona. «No me gusta hacer el discurso del miedo, pero el riesgo es real. Ya hemos visto los cuernos a la bestia», ha comentado. Collboni ha recordado que desde el colectivo no quieren «pedir permiso a nadie» y ha dibujado una Barcelona líder en la lucha de los derechos LGTBI. La «mejor garantía» para que siga siendo así, según el cabeza de lista del PSC, es «que el alcalde sea una persona gay».
Un espacio de memoria en la Rambla
Después de enumerar algunos de los riesgos que todavía tienen las personas del colectivo, Collboni ha anunciado que situará en la Rambla un nuevo espacio de memoria y de recuerdo para las personas que lucharon por los derechos LGTBI en Barcelona. «Quiero que cualquier joven que ahora pasea por la calle y vive con normalidad su condición nunca olvide que esto antes era impensable y te señalaban por hacerlo», ha explicado recordando el día que «hombres y mujeres se acercaron a las ramblas para decir que ya había basta». «Gracias a ellos podemos pasear con tranquilidad por la ciudad», ha concluido.
El candidato del PSC ha cerrado la intervención –la más corta de la campaña– con un recuerdo a las entidades deportivas que luchan por el acceso al deporte de las personas al colectivo y asegurando que reforzará los cuerpos policiales para que sean clave en la prevención de las agresiones homófobas. Los socialistas, por cierto, han preferido obviar el reciente rifirrafe político entre Jaume Collboni y Ernest Maragall. El primero reprochó hace un par de días a ERC que lo acusara de poner en riesgo los derechos LGTBI para flirtear hipotéticamente con un pacto con el PP. El segundo, que ha negado haberse pronunciado con esta intención, ha criticado Collboni por hacer ver que solo él puede hablar de los derechos del colectivo.
Propuestas para Ciutat Vella
Unas horas antes, justo antes de comer, el PSC ha centrado las miradas en el distrito de Ciutat Vella, el cual ha prometido convertir en una prioridad si Jaume Collboni acaba liderando el Ayuntamiento. Durante la campaña, los socialistas han ido haciendo diferentes gestos hacia este distrito que hoy han confirmado con un plan de 200 millones de euros en seis años. Esta es la promesa que Collboni ha hecho esta mañana en el acto en el barrio del Raval. Los socialistas ya habían avanzado que crearán una Oficina de Acompañamiento y Prevención de las Ocupaciones al barrio del Poble-sec y han situado el actual responsable municipal de seguridad, Albert Batlle, como el futuro regidor del distrito si tienen la suerte de gobernar Barcelona.

Durante el acto de la mañana, Collboni ha criticado Colau y ha aseverado que
Esta mañana también se ha hablado de «poner orden al turismo masivo» y se ha anunciado la creación –siempre en caso de victoria socialista– de un consorcio publico privado de promoción e impulso de Ciutat Vella que tiene que velar por la transformación urbana del distrito. También se ha prometido acabar la vía Laietana, rehacer la ronda de Sant Antoni «con consenso» y reformar el parque de la Barceloneta.