“Barcelona tiene una tradición fuerte y arraigada en el cumplimiento de las normas de convivencia, así lo hacen la mayor parte de los vecinos y las vecinas de esta ciudad. Pero hay un grupo reducido de personas que no respetan lo que es colectivo, no valoran los servicios, y por eso nos planteamos un incremento de las sanciones de los actos incívicos”, alertaba hace unos días el alcalde Jaume Collboni.
El Pla Endreça: primeros resultados
En este marco, el nuevo consistorio ha puesto en marcha el llamado Pla Endreça, que el Ayuntamiento enfoca como un plan para buscar la corresponsabilidad de ciudadanía y visitantes en la tarea cívica y a la vez priorizar las acciones de autoridad para garantizar el civismo en la ciudad, con un aumento de las sanciones ante las conductas incívicas. Este plan incluye intervenciones en cuanto a la limpieza, el mantenimiento del espacio público, las actuaciones inspectoras para la reducción de las conductas incívicas y el acompañamiento a las personas vulnerables. Y este fin de semana han llegado los primeros resultados, que ha difundido la Guardia Urbana.
Según han explicado en redes sociales, este fin de semana los agentes de la Guardia Urbana han interpuesto 584 denuncias para consumir bebidas alcohólicas en la calle, 102 denuncias por molestias a la vía público y se han decomisado 11.255 productos provenientes de la venta ambulante. Uno de los aspectos en que insiste el Pla Endreça es reclamar la colaboración de los ciudadanos. En este sentido, el consistorio ha habilitado varios canales para comunicar cualquier incidencia.
Por otro lado, el nuevo alcalde también anunció que incrementará las sanciones por incivismo, aplicando la parte más alta de las sanciones. A modo de ejemplo, orinar en la calle costará al infractor una multa de 300 euros y hacer pintadas en los edificios de valor patrimonial hasta 600, y en el caso de beber en la calle se podría aplicar la sanción más alta ya existente, que son 600 euros de multa en algunos casos.

