El gobierno de Jaume Collboni cerrará el año sin haber podido aprobar el presupuesto por el 2024. El octubre pasado, la propuesta fue retirada
De momento, el hecho de no tener ratificados las cuentas a finales de año ya tiene la primera consecuencia: una larga lista de proyectos encara para concretar no se ejecutará el 2024 o verá reducida su partida económica el 2024. Según explicó el teniente de alcaldía del área económica Jordi Valls a la comisión de Economía y Hacienda de diciembre, las inversiones caerán un 17%. Fuentes municipales indican que 450 millones para inversiones están garantizados y aprobados y que esta cifra puede acabar creciendo, por ejemplo, a través de acuerdos políticos, modificaciones que se hagan o nuevos ingresos. Desde Trias per Barcelona no se muestran tan optimistas y dicen que cuanto más tarde el alcalde a cerrar un pacto de gobierno y a dar luz verde en los presupuestos más inversiones se perderán. Los recortes afectarán también a las subvenciones nominativas que reciben entidades, empresas o colectivos.

El gobierno trabaja en una prórroga a la baja
Ahora mismo, el gobierno municipal trabaja en la elaboración de una prórroga de los presupuestos que estará un 4,5% por debajo de las cuentas que se aprobaron por el 2023. Fuentes municipales indican que esta prórroga se tiene que aprobar a través de un decreto de alcaldía antes de finales de año y no incorporará, de entrada, los 300 millones de transferencias del Estado, pero sí un fondo de contingencia de 80 millones. El diciembre de 2022, el Consejo Plenario dio luz verde en un presupuesto récord de casi 3.600 millones que, de momento, no se repetirá. Con todo, las pretensiones del PSC, que dirige la ciudad con solo 10 regidores, eran todavía más altas, puesto que en octubre presentó una propuesta de cuentas de cerca de 3.700 millones.
La idea inicial por el 2024 era destinar a inversiones 777,6 millones de euros, una cifra que subía hasta los 904,9 si se añadían los presupuestos de la empresa B:SM y los del Instituto Municipal de la Vivienda. El gobierno indicaba un listado preferente de inversiones en el cual faltaban ya proyectos importantes de la ciudad, que hace años que esperan una partida económica, como el Teatro Arnau, o la reforma del Frente Marítimo, por la cual Collboni solo prevé 81.000 euros por el 2024. Ahora, cuando el presupuesto se está retocando a la baja y a la espera que se cierre un acuerdo de gobierno, habrá que ver como quedan estas y otras inversiones. Pero la situación no invita al optimismo.
Algunos proyectos que peligran
Desde ERC, Ernest Maragall recordaba este otoño que el PSC tenía unos 300 millones pendientes de asignar y él entendía qué era el margen que Collboni se daba para negociar con los grupos y poder aprobar las cuentas. Ahora, los republicanos estiman que las inversiones que pueden correr más peligro son las nuevas. El regidor Jordi Castellana decía hace unas semanas que el gobierno se ha olvidado, a la propuesta presupuestaria inicial, de la reclamada reforma de la avenida de Madrid y de la construcción de las viviendas para gente mayor al Espacio Hermanitas (Viladomat-Consejo de Ciento). A estos proyectos hay que añadir otro, la conversión de la Torre Garcini del Guinardó en un casal de gente mayor. Todo apunta que las obras tampoco empezarán este 2023 porque la propuesta de presupuestos solo contempla 25.000 euros por la redacción del proyecto.

“La debilidad del gobierno Collboni no puede hipotecar la ciudad. Después de la derrota del gobierno con las ordenanzas y el presupuesto le ha quedado claro a todo el mundo que este es un gobierno débil. Hoy Barcelona tiene un gobierno débil. Y con un gobierno débil, que se limita a ir haciendo (y que desgraciadamente ahora mismo para construir mayorías tiene el PP de juez de la ciudad) no se puede dar respuesta en el día a día y a los retos de la ciudad”, apuntan los republicanos.
A pesar de que algunas informaciones periodísticas de los últimos días hablan de una negociación entre Collboni y ERC para intentar cerrar un acuerdo de gobierno, fuentes republicanas consultadas por el TODO lo niegan. “No hay conversas y nada ha cambiado”. En los mismos términos se expresó la regidora Elisenda Alamany en la rueda de prensa de este diciembre celebrada antes del plenario. “No hay ninguna novedad”, dijo Alamany, que mostró su preocupación por la “grisor de las propuestas que lleva el PSC”. “Barcelona el que necesita es que protegemos su cotidianidad, hay que blindarla de algunas prácticas que ponen en riesgo su personalidad… Necesitamos una Barcelona que se acompañe de la Generalitat y que demuestre su carácter progresista”. Alamany criticó también con dureza al partido de Ada Colau. “Veo a los Comunes muy perdidos en sus primeras pasas del mandato…, con la voluntad desesperada para entrar al gobierno y repartirse las sillas”.
Conversas de Trias y Collboni
Trias por Barcelona es el partido que ganó las elecciones del pasado mayo y es una de las formaciones junto con Barcelona en común con quién Collboni negocia un posible pacto de gobierno. El regidor Jordi Martí Galbis confirmaba hace unos días en rueda de prensa estas conversaciones. Fuentes de la formación de la exalcalde explican al TODO que están en una fase muy inicial y que se ponen hasta finales de enero para intentar cerrar un acuerdo. Pero dejan claro que “no aprobarán las cuentas de Collboni si no hay un pacto de gobierno”. La formación afirma que no sabe en que se puede traducir la reducción del 17%, porque no tiene datos de las inversiones por proyectos, y defensa como prioritarios las propuestas que llevan a su programa electoral.
Una iniciativa que Trias no lleva al programa electoral -y los Comunes sí- es la perllongació del tranvía, desde Verdaguer a Francesc Macià, y todo parece indicar que este proyecto puede acabar teniendo un peso importante en el gobierno de coalición que salga. Mientras Trias apuesta desde hace años por buses eléctricos articulados para cruzar la arteria, Coláis apresura Collboni a no perder más tiempo y culminar la unión este mandato. Las obras de Glorias hasta Verdaguer acabarán la primavera de 2024, pero está para ver qué pasa con el otro tramo. A lo largo de los últimos meses, el alcalde ha dejado la puerta abierta a estudiar otro recorrido o no ha garantizado que la conexión se haga estos años. Hace pocos días, la teniente de alcaldía de Urbanismo Laia Bonet aseguraba que la unión se hará por la Diagonal, pero alertaba que las obras para ampliar la L8 de los ferrocarriles podrían atrasar el proyecto del tranvía.
El proyecto del tranvía será importante
Fuentes de Trias por Barcelona reconocen que en el tema del tranvía se “pararán un rato” a lo largo de las negociaciones y recuerdan las dudas expresadas por Collboni. Por el contrario, la regidora de Barcelona en común y extitular de Urbanismo con Colau, Janet Sanz, presionaba el 24 de octubre, desde el TODO, al PSC para acabar las obras cuanto antes mejor. “Si no hay atrasos con los proyectos y se desarrollan las actuaciones correctamente, esta obra podría estar terminada entre 2027 y 2028, pero vemos pocas ganas por parte del gobierno municipal y le pedimos que rectifique”. A la comisión de Urbanismo de diciembre, los socialistas se abstuvieron en una propuesta de los Comunes que urgía a empezar la conexión hasta Francesc Macià este 2024. Para Sanz, esta abstención significa que el PSC no está comprometido con la unión tranviaria. “Quiere o no quiere la conexión? Ponga una fecha. Con la abstención, dice que no la vol. No tiene claro su compromiso ni el del gobierno”, le dijo el regidor de los Comunes a Bonet a la comisión.
Más allá del Tranvía, los Comunes insisten en el hecho que la aprobación del presupuesto tiene que ir enjarje al pacto de gobierno que tiene que incluir a ERC. “Continuamos pidiendo negociación conjunta de un gobierno de 24 (la suma de regidores que conseguirían PSC, Barcelona en común y ERC) y presupuestos progresistas, pero el PSC no ha hecho ninguno pasa y parece que solo cluca el ojo hacia la derecha, con la tasa de terrazas, deshaciendo el urbanismo táctico Pelai uno abriendo nuevos hoteles en el centro”, subrayen desde el partido al TODO.
En una entrevista a
El PP dice que Collboni mercadea un gobierno
Por aquellas cosas tan extrañas de la política y que tanto cuestan de entender a la ciudadanía, el 17 de junio PP y Comunes se aliaron y votaron a favor de hacer alcalde a Collboni. Medio año después, el presidente de los populares al Ayuntamiento Daniel Sirera considera que el alcalde no ha aprovechado “los primeros meses de gobierno para marcar una línea clara y ahora no sabe si gobernar con Juntos o con Colau. Esto demuestra que no tiene ningún modelo de ciudad. Collboni no está negociando un gobierno, está mercadeando un gobierno”, opina Sirera.
Según los populares, la situación presupuestaria es un claro ejemplo del gobierno sin rumbo de Collboni. “Se ha instaurado la dinámica que los presupuestos no son una herramienta para llevar a cabo políticas en favor de los barceloneses, sino una herramienta de intercambio de favores. Demuestra que el proyecto de ciudad de Collboni no existe: un día quiere pactar con Juntos, otro con los Comunes y al siguiente con ERC. Si solo mira hacia los extremos, no encontrará soluciones, sino más problemas y parálisis”. Sirera añade que Collboni contará con el apoyo del PP “cuando se trate de trabajar para hacer la vida más fácil en los ciudadanos de Barcelona. Ahora bien, nos encontrará ante cuando no sea así”.
