El Instituto de Cultura de Barcelona (Icub), un organismo del Ayuntamiento de la capital catalana, ha otorgado este año 15.000 euros a una de las salas que ha programado la obra Esas latinas, que incluye el gag catalanófobo que se representó en la presentación del informe del Observatorio de las Discriminaciones en Barcelona, un acto institucional del consistorio. Fuentes del Icub han explicado al TOT Barcelona que el teatro subvencionado es Periferia Cimarronas, situado en el distrito de Sants Montjuïc.
Según los datos del Icub, la ayuda es para toda la actividad de la sala a lo largo del 2025 y se ha dado a través de la convocatoria general de subvenciones del año. El otro espacio que ha escenificado Esas latinas, una obra dirigida por Camila Pinzón Mendoza, es el Ateneu del Raval, pero este año no ha recibido ninguna subvención hasta ahora, han asegurado desde el Icub. En ambos casos, Esas latinas se ha representado en los últimos meses. Ninguna de estas salas es pública. «Son proyectos independientes», dice el Icub.

El gag, 700 euros para gastos de funcionamiento
El Ayuntamiento de Barcelona ha tardado cerca de una semana en contestar los requisitos informativos del TOT. Incluso, el costo del gag se conoció antes, este martes en la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes. Fueron 700 euros «para gastos de funcionamiento» que pagó el área de Derechos Sociales, Salud, Cooperación y Comunidades, explicó el regidor de Cultura Xavier Marcé. A preguntas de este medio, fuentes del servicio de prensa municipal han reconfirmado que este ha sido el único abono que se hizo.
Detrás del gag catalanófobo está Teatro Sin Papeles, que a consecuencia de la polémica que se ha generado ha borrado su perfil en Instagram. Y lo mismo ha hecho la directora de la obra con su cuenta de Linkedin. El Icub ha afirmado que la compañía no ha recibido ninguna ayuda por parte del Ayuntamiento.
🔴»Esas Latinas»: Acció Cassandra denuncia la compañía Teatro Sin Papeles en la Fiscalía de Delitos de odio. A ver si los estándares de la fiscalía son los mismos para la minoría nacional catalana que con otras minorías.https://t.co/S2EfnQdVRg
— Acció Cassandra (@Pro_Cassandra) July 16, 2025
Un presunto delito de odio
Por otro lado, Teatro Sin Papeles se enfrenta a un presunto delito de odio por el gag catalanófobo, en el cual se menosprecia la lengua catalana en el ámbito sanitario y se puede interpretar que se presenta el catalán como un idioma supremacista. Acció Cassandra, la entidad impulsada por los abogados Lluís Gibert y Josep Rosell, registró el miércoles ante la fiscalía de delitos de odio una denuncia. Se pide al ministerio fiscal que investigue los hechos e impulse “los correspondientes procedimientos penales contra los autores de los delitos denunciados”. En un post en la red X, Acció Cassandra dice: «A ver si los estándares de la fiscalía son los mismos para la minoría nacional catalana que con otras minorías». En cambio, quien ha descartado emprender acciones legales ha sido el Gobierno de Salvador Illa. En sesión parlamentaria, el consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, informó que la Generalitat había encargado un estudio jurídico sobre el gag. A pesar de reiterar que fue «totalmente inadecuado» y lamentar que «ciertos discursos antirracistas mantienen tópicos anticatalanistas», Vila cerró la puerta a la vía penal.

Tal como ya informó hace unos días este medio, anteriormente las dos salas se han visto beneficiadas de contratos públicos. Así lo acredita el sitio web de contratos públicos de la Generalitat. La empresa que gestiona el teatro de Sants-Montjuïc, Periferia Cimarronxs SCCL, ha obtenido 19 contratos entre el 2021 y el 2024 de diferentes administraciones catalanas. Todos suman cerca de 31.500 euros. Por su parte, la Asociación Cultural Ateneu del Raval recibió más de 11.500 euros en cuatro contratos desde el 2020. Destaca uno de hace cinco años del Icub de cerca de 10.000 euros. Además, la página de subvenciones del departamento de Economía y Finanzas del Gobierno catalán acredita que a Periferia Cimarronxs le han otorgado cerca de 97.000 euros en ayudas del Ayuntamiento de Barcelona, y de la Generalitat, cerca de 222.000 euros.
Tanto el alcalde, Jaume Collboni, como la segunda teniente de alcaldía, Maria Eugènia Gay, pidieron disculpas públicamente por el gag catalanófobo. Gay también reconoció que no se revisó el contenido del sketch. En términos similares se ha expresado esta semana en comisión municipal el regidor de Cultura, Xavier Marcé. Para el edil socialista, el gag fue un error porque las lenguas, incluida la catalana, no pueden ser nunca un elemento de discriminación sino que deben servir para integrar y para fomentar el progreso y la cultura, y también por el hecho de que al hacerse la representación en un acto institucional podía dar lugar a pensar lo contrario.

Collboni nombra una comisionada para fomentar el uso social del catalán
En medio de toda esta crisis, Collboni ha presentado este viernes a la primera comisionada para fomentar el uso social del catalán, Marta Salicrú. El cargo se anunció el pasado mes de mayo, pero no se ha hecho oficial hasta ahora. Se trata de una periodista y activista cultural que deberá llevar adelante políticas para mejorar el uso del catalán, especialmente entre los más jóvenes, un colectivo que cada vez utiliza menos el idioma. Entre los retos que deberá asumir figuran crear la infraestructura lingüística inexistente actualmente en el Ayuntamiento y proyectos como la fábrica de contenidos audiovisuales, en palabras de la presidenta de ERC en el Ayuntamiento, Elisenda Alamany. En un hilo en la red X, Salicrú se mostró muy crítica con el gag.


