Una pena de cinco años de prisión. Esta es la condena que pide el ministerio fiscal por cada uno de los cinco acusados de quemar dos contenedores en Barcelona en protesta por la inhabilitación del presidente Quim Torra el 28 de septiembre de 2020. Una noche que acabó con seis detenidos y media docena de contenedores quemados. Los cinco procesados sentarán al banquillo de la Sección segunda de la Audiencia de Barcelona, después de la instrucción del Enjuiciado número 29 de Barcelona, acusados de un delito de daños del artículo 263 del Código Penal, por el que piden dos años, y un delito de desórdenes del artículo 557 del mismo código, y por eso reclaman tres años.
Según relata el escrito de acusación del fiscal, dos de los encausados encendieron fuego en un contenedor propiedad de la empresa Fomento de Construcciones y Contratas, SA. (FCC), una de las grandes empresas de servicios y constructora de la Íbex-35, presidida por Esther Alcocer Koplowitz con su hermana Alicia. Los otros tres, en otro punto de la ciudad, prendieron fuego en otro contenedor cerca del primero. El primer contenedor está valorado en 1.316,21 euros y el segundo, en 1321,49 euros.
Manifestación de CDR
La fiscalía considera que dos de los acusados, hacia las diez y media de la noche, participaban en la manifestación convocada por los Comités de Defensa de la República (CDR), a raíz de la inhabilitación del presidente Quim Torra por el juicio sobre la pancarta en el Palau de la Generalitat. Una protesta transcurrió sin incidentes remarcables y que llegó hasta el Parlamento de Cataluña, ubicado en el Parque de la Ciutadella. A pesar de que después se dirigió hacia la Plaza Cataluña. Ahora bien, según la fiscal del caso, obraron » de mutuo acuerdo y con el ánimo de ningunear la propiedad ajena» quemaron un contenedor de desechos de FCC. El contenedor habría quedado «completamente destruido».
Prácticamente en la misma hora, la fiscalía considera que los otros tres encausados -dos de ellos hermanos- llevaron a cabo una operación idéntica al cruce entre la calle Brezo y la calle Ausiàs Marc. También habrían quemado totalmente el contenedor de desechos propiedad de la misma empresa. Después de las detenciones las protestas acabaron con el habitual juego del gato y la rata entre manifestantes.
