El Ayuntamiento de Barcelona ganará dos regidores más y pasará de los 41 actuales a 43 si en las próximas elecciones municipales, previstas para la primavera de 2027, mantiene la población por encima de los 1,7 millones, una cifra a la cual la ciudad llegó el 1 de agosto de 2023, según los datos hechos públicos este por el consistorio. De hecho, el Consejo Plenario ya tuvo 43 regidores entre 1979, los primeros comicios democráticos, y 1991. Fuentes municipales explican que, para determinar el número de regidores electos, se tomará como referencia la última cifra que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes de las municipales. Por ejemplo, el último padrón publicado es del 23 de diciembre del 2022, con 1.660.435 habitantes. Por lo tanto, antes de las elecciones del 2027 la previsión es que se publique el padrón actualizado a finales del 2026.
El número de regidores que tiene una ciudad viene determinado por el artículo 179 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), que establece que una población con 50.001 y 100.000 habitantes tendrá 25 regidores. De 100.001 en lo sucesivo, sumará «un regidor más por cada 100.000 residentes o fracción, añadiéndose uno o más cuando el resultado sea un número par». De esta forma, con 1,7 millones, Barcelona subiría a 42, y al tratarse de un número par pasaría a 43. La razón de tener un número impar de regidores es que así se evitan empates en las votaciones de los plenarios, fundamental para elegir alcalde o alcaldesa o aprobar proyectos.
Desde el año 1995 y hasta la actualidad, Barcelona ha tenido 41 regidores, una cifra por la cual es necesario que en la ciudad haya entre 1.501.000 y 1.700.000 empadronados. En las municipales del 28 de mayo de 1995, la ciudad hacía cuatro años que tenía un padrón por debajo de los 1,7 millones de habitantes, y en aquellos comicios, el plenario perdió dos representantes. Desde entonces, el número de residentes ha oscilado entre el mínimo de 1.512.971 en 2000 y el máximo de 1.666.530 del 2020. Con anterioridad, entre los años 1979 y 1991, la capital catalana tenía 43 regidores. El 1991, la ciudad tenía 1.643.542 habitantes, pero para los comicios de aquel año se tomó como referencia el padrón de 1990, con 1.707.286 vecinos.

Los partidos grandes, los más beneficiados
Si se consolida la población y se pasa a 43 regidores, ¿qué impacto puede tener en la aritmética de pactos y qué partidos se verían beneficiados? El TOT habla con dos expertos para analizar el escenario.
Jordi Crisol es consultor político de la empresa Think O’Clock. Avisa de que en estos momentos Barcelona supera por muy poco los 1,7 millones y lo primero que hará falta para que el Ayuntamiento crezca en dos regidores es “consolidar” el aumento de población los próximos años. “Posteriormente, se tendrá que ver en qué franja de edad crece el número de habitantes para analizar qué tipo de votante se suma. Ahora, este aumento se concreta en la franja de 24 a 35 años. La gente joven es más abstencionista que los votantes que tienen entre 45 y 60 años, y esto puede condicionar el resultado”, dice el experto.
Por su parte, el profesor de Ciencia Política de la Universitat de Barcelona (UB) Jesús Palomar añade que “los grandes beneficiados de este aumento de regidores serán los partidos grandes”, teniendo en cuenta que el actual sistema de reparto de regidores o de diputados (si son elecciones en el Parlamento o en el Congreso de los Diputados) beneficia las fuerzas mayoritarias. En el caso del consistorio barcelonés, serían Trias per Barcelona, PSC, Barcelona en Comú e incluso ERC, según los resultados de las últimas municipales. El profesor de la UB tampoco cree que los dos nuevos regidores sean por el mismo partido. “Serán por fuerzas diferentes”. El que sí que puede pasar es que estos dos representantes sean decisivos para la formación de un determinado gobierno de coalición si los dos regidores van a parar a partidos próximos ideológicamente, como PSC y Comunes, o independentistas como Trias por Barcelona-Juntos y ERC. “Si a las elecciones del 28M Juntos y ERC hubieran obtenido un edil más cada cual, el gobierno de la ciudad sería otro”, sentencia Palomar.
La participación, clave para los partidos pequeños
En cualquier caso, Jordi Crisol sostiene que el dato clave para ver qué efecto tiene este incremento de la demografía en la representatividad de los partidos será la participación. “Si este aumento de población y de regidores se traduce en el hecho que la participación se mantiene, seguramente no habrá grandes diferencias con la actualidad. Ahora bien, si se incrementa la población con derecho a voto, pero baja la participación, es evidente que los partidos más pequeños y con menos representación, siempre que superen el umbral del 5%, tendrán más opciones de salir”.
Por su parte, Jesús Palomar no cree que con el paso de 41 a 43 regidores haya grandes cambios políticos el Ayuntamiento de Barcelona. “A la política actual no hay la polaridad de hace ocho años”, cuando era muy difícil que socialistas y republicanos, para citar dos partidos, pactaran. Actualmente, todo es más abierto y se pueden dar pactos que hace dos mandatos eran prácticamente imposibles. Ahora mismo, por ejemplo, Xavier Trias y Jaume Collboni negocian un acuerdo de gobierno en Barcelona, un hecho impensable hace unos años, a la vez que el alcalde también busca una alianza con ERC y Comunes.

Análisis sociológico de las franjas de edad que crecen
Desde el punto de vista político, Palomar opina que para intentar averiguar donde van a parar los votos será interesante ver en qué franjas de edad ha crecido Barcelona los dos últimos años. “Seguramente, el aumento no ha sido por el paso de los 17 a los 18 años”. También es decisivo conocer en qué barrios se produce esta subida. “Desde un punto de vista del votante, no es el mismo que esté en la Barceloneta o a las Cortes». Y también conocer el origen de estas personas. El profesor de la UB recuerda que a las municipales pueden votar ciudadanos sin nacionalidad española, como es el caso de los ciudadanos de la UE o aquellos que hayan manifestado la voluntad de votar en el Estado Estos datos, junto con los estudios que tienen, el sexo y el trabajo, “permiten ubicar a estas personas en el mapa y hacer un análisis sociológico, un perfil que ayudará a saber si se trata de gente que participará en las elecciones o no, y qué son los partidos que tienen más posibilidades de recibir su voto”, argumenta este experto en conversación con el TOT.
Si las municipales del pasado mes de mayo hubieran tenido lugar con este hipotético aumento de ciudadanos, y con los resultados que salieron de las urnas, las proyecciones que se han hecho indican que Vox habría podido sacar un tercer regidor, mientras que el otro regidor se lo habría llevado Barcelona en Comú, según publicó La Vanguardia. Pero Jordi Crisol matiza la proyección: “Esto tiene que ver básicamente con las franjas de edad con que se movería este incremento. No se puede generalizar que este aumento de electores y regidores se traduzca en un fortalecimiento de los partidos grandes o en la debilitación de los pequeños, sino que habrá que analizar como se comporta la participación y el voto en esta nueva franja de edad para determinar hacia donde pueden caer los dos nuevos regidores”.