La oposición no desaprovecha ninguna oportunidad para demostrar la minoría histórica con la que gobierna el PSC. Después de tumbarle los presupuestos –que Collboni se ve obligado a aprobar vía cuestión de confianza– este miércoles la Comisión de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior tampoco ha dado luz verde a la aprobación inicial del Plan de Actuaciones Municipal (PAM), que estipula la hoja de ruta y las prioridades del mandato. El bloqueo se ha consumado con los votos contrarios de Junts, PP y Vox, y las abstenciones de BComú y ERC. La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha defendido un programa «ambicioso» que incorpora la reforma de vía Laietana, la Rambla, Glorias o la estación de Sants y la futura Sagrera. «Hoy lo importante no es el debate de las medidas, sino la necesidad de permitir la tramitación del documento para poder abrir el debate entre la ciudadanía», ha incidido Bonet antes de abrir el turno de réplica, consciente que hoy pintaban bastos.
Benet ha argumentado que el ejecutivo ha ampliado el plazo de participación ciudadana de dos a tres meses y ha acusado al resto de grupos de impedir que la ciudadanía se pronuncie. «No es el primer gobierno en minoría que presenta el PAM. Nosotros aprobamos la tramitación [de los de Colau y Trias] por responsabilidad porque tenía que hablar la ciudadanía», ha reprochado Bonet. «¿Dónde estamos? ¿Tapando la boca a los ciudadanos, para que ni siquiera puedan opinar? Quizás se tiene que explicar en estos términos», ha rematado su intervención, plagada de alusiones directas a Trias y Colau. El ahora jefe de la oposición y líder de Junts ha optado por pedir la palabra, visiblemente enfadado, para reprocharle a Bonet sus acusaciones. «¿Dónde somos, dice? Nosotros a la oposición. Porque ustedes lo han decidido así», ha contestado Xavier Trias. El junter ha pedido al ejecutivo que «reflexione» y se ha preguntado por qué «a algunos nos funcionó [la tramitación del PAM] de una manera y a otros de otra».

Trias no ha sido el único que ha reprochado al gobierno que no haya hecho «ni una llamada» a la oposición para presentar el documento. También lo ha hecho el líder del PP, Daniel Sirera, que ha lamentado que el gobierno haya presentado el documento «antes a la prensa que a los grupos». Sirera lo considera «una mala forma de hacer política» y califica el PAM de «panfleto electoral». Los de Sirera y los de Trias están de acuerdo en el hecho que no se tiene que ampliar el tranvía por la diagonal y los populares también le han reprochado que el documento se olvide de la reforma de la ronda del Mig.
La abstención de Comunes y ERC, con condiciones
Las abstenciones de Comunes y ERC no han servido para dar luz verde al documento. En nombre de los de Ada Colau, Marc Serra ha recordado que el gobierno, «un año después de las elecciones», no tiene «ni presupuesto ni PAM ni alianzas». El regidor de los Comunes, que se ha autoadjudicado el mérito de la prórroga de un mes que el ejecutivo había decidido habilitar al «debate ciudadano», ha criticado que el documento «desvirtué» la reserva del 30% destinada a vivienda de protección oficial, que «renuncie» al programa protegemos las escuelas y que «ponga freno» al dentista y al psicólogo municipal.
Por otro lado, Jordi Castellana, en nombre de los republicanos, ha sacado pecho del acuerdo de presupuestos a que llegaron con el gobierno municipal y ha reprochado a Bonet que presente un PAM con solo las «prioridades del PSC». Un documento, dice ERC, que «no refleja las necesidades de la ciudad de Barcelona». Los dos grupos de izquierdas han mirado de permitir el trámite con sus abstenciones, pero avisan que lo que se ha presentado este miércoles en comisión es del todo insuficiente. El gobierno de Collboni tendrá que volver a llevar el PAM a votación el mes que viene para que este pueda pasar a la fase de debate ciudadano.