Òmnium presiona al Ayuntamiento de Barcelona, encabezado por el socialista Jaume Collboni, para acabar con las «discriminaciones lingüísticas» que se producen en la capital catalana. En una reunión con la comisionada de uso social del catalán del consistorio, Marta Salicrú, la entidad transmite su preocupación ante las «frecuentes situaciones de discriminación lingüística» que asegura se han denunciado públicamente en Barcelona en los últimos meses, como la que se ha producido con la polémica heladería del barrio de Gràcia regentada por un argentino. Estos casos, sin embargo, no son nuevos.
En la reunión con la representante del Ayuntamiento, Òmnium pide que sean las instituciones públicas, con los mecanismos de que disponen, las que se responsabilicen de asegurar el cumplimiento de las normativas vigentes alrededor de la lengua catalana. Entre otras cosas, la entidad reclama al consistorio que comunique a los establecimientos comerciales de la ciudad sus deberes y derechos en el ámbito lingüístico, como garantizar que la rotulación del local esté, como mínimo, en catalán. En este sentido, también apuntan que el Ayuntamiento debe rendir cuentas sobre cómo la administración repara las denuncias a través de un procedimiento transparente, tanto para el ciudadano como para los comercios.

Preocupación por el uso del catalán en Barcelona
En la reunión con la comisionada de uso social del catalán del consistorio, la entidad independentista también expresa su preocupación por el uso de la lengua en el día a día de la capital catalana, que ha ido decreciendo en los últimos años, motivo por el cual reclama medidas urgentes para revertir esta tendencia. Entre otras cosas, Òmnium quiere que no haya listas de espera en los cursos para aprender catalán cuando termine el mandato y multiplicar los espacios de socialización de los jóvenes en catalán, ya que consideran que es la línea de trabajo que se debe seguir para fortalecer la presencia de la lengua entre las nuevas generaciones.