El ambiente de derrota indudable que se respiraba en la sede de ERC la noche electoral es el mismo que se ha visto en las filas republicanas este sábado durante el pleno de investidura. El candidato republicano, Ernest Maragall, sufrió uno de los batacazos electorales de ERC más importantes de los últimos años. De ser la fuerza más votada y estar a las puertas de ser alcalde –un acuerdo inextremis de Colau y Collboni con Valls le arrebató el sueño–, ha pasado a obtener solo cinco regidores y quedarse en cuarta posición. A pesar de los malos resultados, ERC había conseguido arañar un acuerdo de gobierno con Xavier Trias. Pero la jugada de última hora de los Comunes, que han decidido sumar sus votos a los del PP para hacer Collboni alcalde, lo vuelven a dejar a las puertas del Ayuntamiento.
Un golpe duro por un Maragall que ha empezado su discurso con un suspiro y asegurando que el pleno de este sábado «se asemeja bastante al de hace cuatro años». Y, fijándose en Collboni, ha dicho que «será la ciudadanía quien le hará la oposición», asegurando que «no perdonará este espectáculo». «Este pleno no tiene nada que ver con derecha o izquierda y mucho menos con la independencia, tiene que ver con el poder; frío, descarnado y explícito», ha remarcado medio abatido, pero con tono firme.
Maragall ha catalogado las decisiones de última hora de un «espectáculo indigno» para el Ayuntamiento de Barcelona. «Estos que se llaman progresistas y transformadores, hoy niegan esta condición. Vuelven a enviar el mensaje de que todo se vale», ha dicho poco antes de lamentar que, según su parecer, este pacto «aleja» la institución de la ciudadanía.
Fuera del gobierno por segunda vez
Ernest Maragall vuelve a quedarse a las puertas de entrar al gobierno municipal por segunda vez consecutiva. Esta vez no entraba para liderar el ejecutivo, sino para ocupar una tenencia de alcaldía. Pero Comunes y PP han repetido la fórmula del anterior mandado, ahora con Collboni haciendo de Colau y Sirera de Valls. Maragall ha querido agradecido Trias las formas en que han forjado el acuerdo frustrado, del cual ha dicho que «ha asumido el riesgo como legítimo ganador de las elecciones».
Sin opciones de entrar en el gobierno, queda por ver qué postura adopta ERC: si optan por la estrategia de estos últimos cuatro años, en que han apoyado en el gobierno Colau-Collboni, o si hacen una oposición dura, tal como Maragall ha dejado entrever durante el discurso.
