El Ayuntamiento de Barcelona, en manos de Jaume Collboni, ha anunciado este viernes que recurrirá las dos sentencias que se han conocido esta misma mañana contra el polémico eje verde de Consell de Cent -una de las obras principales de la exalcaldesa barcelonesa Ada Colau, la cual aprobó en el último tramo de su mandato. La justicia considera que la pacificación de la arteria del Eixample no se llevó a cabo correctamente, ya que se debería haber modificado el Plan General Metropolitano (PGM). Fuentes municipales, sin embargo, apuntan a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que la tramitación correspondiente se llevó a cabo siguiendo los pasos de la legalidad. De hecho, las mismas fuentes aseguran que la misma justicia les dio la razón con una sentencia favorable al consistorio.
En esta línea, teniendo en cuenta la versión que sustentan desde el Ayuntamiento, las fuentes del gobierno de Collboni consideran que las discrepancias judiciales “ponen de relieve que se debe avanzar en la desjudicialización de los ejes verdes, que nunca se debería haber producido”. “Si se hubiera trabajado con consenso y diálogo y se hubieran tenido en cuenta las preocupaciones y discrepancias [entre vecinos y algunos comerciantes, principalmente] sobre los ejes verdes no se habría llegado hasta aquí”, apuntan.
El revés judicial
Tal como ha avanzado La Vanguardia esta mañana, el juzgado Contencioso Administrativo número 4 de Barcelona ha dado la razón a la Asociación Amigos del Passeig de Gràcia y Foment del Treball y ha dictado dos sentencias en las cuales anula y deja sin efecto los acuerdos de la Comisión de Gobierno de mayo de 2022. Se trata, pues, de la quinta sentencia contraria al proyecto ejecutivo de reurbanización de los ejes verdes del Eixample. Para las fuentes municipales consultadas por la ACN, sin embargo, este revés judicial igual que los anteriores, es una “oportunidad para desjudicializar los ejes verdes”: «Debemos hacer las cosas de otra manera», aseguran. A pesar de los embates de la justicia, sin embargo, el consistorio -ahora en manos socialistas- no se echa atrás y asegura que hará más pacificaciones, pero “escuchando, compartiendo y llegando a acuerdos”, porque la ciudad necesita más espacios verdes y para los peatones y una movilidad más sostenible.
