La crisis de la vivienda es la gran preocupación con mayúsculas de los barceloneses. Así lo indican los datos de la segunda oleada del barómetro municipal, que mantiene al PSC como la formación más votada por delante de ERC y que marca por primera vez la entrada de Aliança Catalana en la corporación. El partido de Sílvia Orriols lo haría como cuarta fuerza por detrás de los Comuns y justo por delante de Junts. Más allá del acceso a una vivienda digna, problemas como la inseguridad, la limpieza o la presión turística siguen ocupando un lugar entre las principales preocupaciones de los vecinos de la capital catalana, que valoran a la baja al ejecutivo encabezado por Jaume Collboni. Aunque retrocede en intención de voto, el alcalde socialista se mantiene como el líder político mejor valorado empatado con la republicana Elisenda Alamany y el juntaire Jordi Martí Galbis, todos con una nota de 5,2.
Los resultados los ha presentado este martes por la tarde la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, que ha comparecido en la Sala Lluís Companys del Ayuntamiento de Barcelona acompañada del director de la Oficina Municipal de Datos, Màrius Boada. Cabe recordar que el barómetro es la encuesta periódica que cada seis meses entrevista telefónicamente a unos 800 barceloneses con derecho a voto en las elecciones municipales. El cuestionario está incluido en el Plan de Estudios Sociológicos (PES) 2024-2027 y recoge indicadores básicos de opinión sobre la ciudad y la gestión municipal, aspectos políticos y preguntas vinculadas a algún tema de actualidad.

Solo repuntan ERC y la ultraderecha catalana
Los datos de este segundo barómetro del año indican que solo ERC y la extrema derecha de Aliança Catalana aumentan tanto en intención directa de voto como en estimación de voto. El resto de grupos municipales se mantienen estables o bien retroceden en este apoyo social. Así pues, los republicanos obtendrían siete concejales -dos más que actualmente- y llegarían al 7,8% en intención directa de voto (un 0,3% más que en la última encuesta). El PSC baja en relación con el barómetro de junio, pero se mantiene como primera fuerza con un 12,1%. Sobre este descenso, Bonet ha querido restarle importancia, resaltando que los socialistas continúan encabezando el ránking. En tercera posición, encontramos a Barcelona En Comú con un 6,9% de los votos, cinco puntos por debajo de los resultados de las elecciones de 2023. Junts sigue a la baja con un 3,4%, mientras que PP y Vox se mantienen estables, con un 2,4% y un 2,1% respectivamente. También la CUP conserva su 2,3%.
No es el caso de la formación encabezada por Orriols, que aumenta casi dos puntos, alcanzando el 3,9%. Sobre este repunte, la primera teniente de alcaldía ha admitido que es una tendencia que les preocupa. «Va en la línea de las sucesivas encuestas que hemos ido conociendo a nivel de país […] Nos preocupa, y mucho, que el discurso del odio pueda ganar terreno en Barcelona. Ante estos relatos apocalípticos y alarmistas que solo buscan generar miedo en nuestros barrios y enfrentar a vecinos, no podemos hacer otra cosa que continuar dedicándonos a buscar soluciones a los problemas que generan esta tensión», ha apuntado.
En cuanto a la percepción de la ciudad, un 55% de los encuestados cree que la ciudad ha empeorado en el último año, aunque un 47,6% opina que en el futuro mejorará la situación. En la misma línea, un 45,7% de los barceloneses piensa que la gestión del ejecutivo ha sido buena o muy buena, mientras que un 33% la califica de mala o muy mala.

