El movimiento Meridiana Resisteix ha llegado a los 1.714 días de lucha, una cifra icónica para el movimiento, que ha organizado autobuses desde otros puntos de Cataluña para un acto más bien simbólico, pero que los manifestantes ven como un acto de «resistencia». «Hoy somos los cuatro gatos que quedamos», explicaban minutos antes del acto al TOT Barcelona dos señoras de Vic. En total, cerca de unas 200 personas se han concentrado al lado de la estación de Fabra i Puig sin poder cortar la Meridiana, como sí pudieron hacer durante miles de días seguidos.
Los activistas nunca han dejado de manifestarse en esta vía de entrada a Barcelona, a pesar de que la Generalitat decidió terminar con los cortes de la Meridiana, cuando ya quedaban pocos resistentes que se movilizaban cada día. Los pocos que resisten se quedan cada tarde justo delante de la estación de Fabra i Puig, convertida en un punto de encuentro de amigos y conocidos que a menudo cantan, con una guitarra, para mantener el espíritu de la lucha.
«Otras veces cuando vine no había escenario ni nada, solo la guitarra. Parece que la ANC esta vez se ha implicado un poco más», explicaban las vecinas de Vic. En el acto de aniversario también ha participado este jueves el presidente de la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), Lluís Llach, que sin prisa ha saludado a buena parte de los manifestantes a su llegada.
Quejas por el fuerte despliegue policial
A la llegada, algunos especulaban con la posibilidad de un nuevo corte, más por rumores que por certezas, si bien el ambiente no invitaba a pensar en nada más que un acto de celebración y resistencia en la plaza. Doce furgonetas de los antidisturbios, tres coches de los Mossos d’Esquadra y otras unidades de la Guardia Urbana aún están presentes. «Tanta policía para la poca gente que somos es querer provocar», se quejaban minutos antes de comenzar el acto en la plaza. Era gente mayor, la mayoría, y alguno joven, y gritaban tímidamente «Meridiana, resisteix», desplegaban esteladas y cantaban proclamas independentistas que años atrás resonaban también en las instituciones.
