La posibilidad de que el cobro de la tasa turística se pueda flexibilizar en Barcelona, con el gobierno de Jaume Collboni a favor, y el precio se adapte a contextos concretos, como han solicitado el Gremi d’Hotels de Barcelona y Apartur (la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona), puede acabar convirtiéndose en otra piedra en el zapato para el PSC. Hay grupos municipales a favor, como es el caso de Junts per Barcelona, y otros están en contra, como ERC y Barcelona en Comú. Precisamente, los republicanos son con quienes los socialistas han mantenido mejor sintonía en estos dos años al frente de la ciudad. De hecho, el año pasado ambos partidos cerraron un preacuerdo de gobierno que, de momento, no se ha concretado. Y ERC ha sido el único partido que ha apoyado los dos presupuestos municipales -en los de 2025 tras cerrar un pacto con medidas valoradas en 300 millones de euros- presentados por el gobierno. El PP no quiere ni oír hablar de flexibilización y apuesta por eliminar la tasa.

El teniente de alcaldía del área económica Jordi Valls dijo el martes en el programa Bàsics de betevé que veía «positivo que haya una cierta flexibilización -de la tasa turística- entre la temporada alta y la baja, siempre que esta decisión la tome el Ayuntamiento». En concreto, el presidente del Gremi d’Hotels Jordi Clos propuso que el aumento de la tasa turística previsto en la capital catalana -el recargo municipal debe pasar de los cuatro a los ocho euros, una iniciativa que impulsó ERC- no se aplique a los grandes eventos y congresos, dijo Clos en una entrevista a el Periódico.

Jordi Clos, presidente del Gremi d’Hotels de Barcelona, en una rueda de prensa / ACN-Blanca Blay

El incremento de la tasa aún debe aprobarse

De momento, las palabras de Valls solo son una declaración de intenciones. Fuentes del servicio de prensa del Ayuntamiento consultadas por este medio recuerdan que el aumento del recargo municipal de la tasa turística aún debe aprobarse en el Parlamento de Cataluña. Será entonces, cuando se haya aprobado y se convierta en ley, que se deberá ver en qué términos y qué margen tiene el Ayuntamiento. En cualquier caso, la aprobación por parte del Parlamento está garantizada, ya que muy probablemente PSC, ERC y Comuns, que tienen mayoría en la cámara catalana, votarán a favor. El noviembre pasado, los gobiernos municipal y catalán escenificaron iniciar los trámites y los cambios normativos necesarios para poder incrementar el tope máximo del recargo municipal de la tasa hasta los ocho euros. Valls ya ha dicho que cuando se aplique el incremento será progresivo y no se doblará de golpe. Desde el 1 de octubre pasado, alguien que se aloja en Barcelona paga por persona y noche cuatro euros del recargo de la tasa turística.

En el ámbito municipal, ERC se ha posicionado claramente en contra de la flexibilización que está estudiando el gobierno de Collboni a partir de las propuestas de las patronales hoteleras y de los pisos turísticos. Fuentes republicanas dicen al TOT que no estaban al tanto de las intenciones del PSC y que aún se está lejos de hacer las paces entre beneficios y costos del turismo. A juicio de ERC, «Barcelona no tiene temporada alta y baja como otros lugares de Cataluña. Es una ciudad turística todo el año y no nos abriremos a esta cuestión. Y menos si tenemos que reducir [la tasa] en tiempos de congresos, la época en la que los hoteles multiplican el precio».

Jaume Collboni saluda Elisenda Alamany en un plenari de Barcelona / Ajuntament
Jaume Collboni saluda a Elisenda Alamany en un plenario de Barcelona / Ajuntament

«Es incoherente», dice ERC

ERC fue el partido que impulsó la creación del recargo turístico en Barcelona, «con la voluntad de que la ciudad pudiera recuperar parte de los costos que asume por la actividad turística constante». Recientemente, en el marco de la negociación de los presupuestos para 2025, los republicanos pactaron con el gobierno doblar esta tasa, pasando de los cuatro a los ocho euros, para garantizar un retorno justo y sostenido hacia la ciudad. «Es incoherente querer limitar ahora una herramienta que ha sido clave para avanzar hacia un modelo más equilibrado», subrayan desde el grupo que encabeza Elisenda Alamany.

Janet Sanz, presidenta del grupo municipal de Barcelona en Comú en el Ayuntamiento de Barcelona / Jordi Play

Los Comuns lo ven «absurdo»

Desde Barcelona en Comú, también se muestran contrarios a la flexibilización, como es obvio. Fuentes de los Comuns ven «absurdo flexibilizar la tasa turística por temporadas en una ciudad donde ya es temporada alta todo el año. La masificación turística genera malestar y gastos que el mismo sector turístico debe asumir con la tasa más alta posible los 12 meses». El grupo que lidera Janet Sanz en el Ayuntamiento ya aprobó, junto con el PSC y ERC, unas ordenanzas fiscales para 2025 que ponen la presión fiscal en el sector turístico, con propuestas por parte de los Comuns de doblar el precio de la entrada del Park Güell o incrementar significativamente el IBI a los hoteles de lujo.

Jordi Martí Galbis, presidente de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona / Jordi Play

Junts ve que el PSC rectifica: «Se pasó de frenada»

En las antípodas de ERC y los Comuns se sitúa Junts per Barcelona. El grupo que preside Jordi Martí Galbis se muestra partidario de la flexibilización, pero el partido independentista ve el planteamiento del gobierno como una rectificación. «El gobierno de Collboni ahora, a toda prisa, rectifica y propone flexibilizar el aumento de la tasa turística. Es un claro reconocimiento de que hace unos meses se pasó de frenada», valora Martí Galbis al TOT. Las críticas de Junts hacia los socialistas van más allá. «El PSC se hizo suyo el discurso turismofóbico que caracteriza a los Comuns y ERC para conseguir aprobar las ordenanzas fiscales, y ahora ven que deben corregir el tiro porque el aumento desmesurado de la tasa puede perjudicar claramente a determinados mercados».

Por otro lado, Junts exige al gobierno del PSC que «cualquier incremento o modificación sea negociado con el sector, ya que no afecta directamente a los ciudadanos de la ciudad, pero sí al mercado y a la oferta turística de Barcelona. Si hubiera hecho las cosas bien desde el inicio, no estaríamos en esta situación. El daño reputacional al sector ya está hecho. Gestionar el turismo implica necesariamente más rigor y diálogo, y no experimentos y hacer prueba y error», destaca el presidente de Junts en el consistorio.

Daniel Sirera, presidente del PP en el Ayuntamiento / Jordi Play

El PP quiere eliminar la tasa: «Criminaliza el turismo»

En declaraciones al TOT, el presidente del PP Daniel Sirera dice que ellos no quieren flexibilizar la tasa turística sino eliminarla. «Criminaliza el turismo. Es un error que ha provocado que Barcelona se convierta en la ciudad más cara de Europa para hacer turismo», lo cual afecta su competitividad. «La tasa provoca un incremento del precio de las pernoctaciones. Es injusto, especialmente cuando el IBI a los hoteles se ha aumentado de manera sustancial este 2025», sostiene Sirera.

Para el PP, es necesario trabajar al lado del sector turístico para encontrar la fórmula más idónea para atraer un turismo de calidad. «No podemos ir en contra de un sector que representa el 15% del PIB de la ciudad. Durante la pandemia, muchos servicios de la ciudad, como hoteles, restauración, comercio o taxis sufrieron las consecuencias de la falta de turistas, lo cual provocó el cierre de muchos negocios».

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