Las obras de Via Laietana, que empezaron ahora hace poco más de un año, han estado motivo de un conflicto judicial entre los partidarios de estas reformas y los que no las consideran adecuadas. Hace casi un año, Barcelona Abierta presentó un recurso para intentar frenar una de las remodelaciones estrella del mandato de la alcaldesa Ada Colau, un recurso, pero, que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña rechazó.

Ahora, un año más tarde de este intento para frenar las obras de la Via Laietana, La Fundación Barcelona Abierta y la Cámara de concesiones de Infraestructuras de equipaciones y servicios públicos, el juzgado de lo contencioso-administrativo número 14 de Barcelona vuelve a avalar su decisión y rechaza parar definitivamente las obras de la Via Laietana: «La demanda vuelve a ser archivada un golpe más, para que las obras puedan continuar con total normalidad», afirma la teniente de alcaldía, Janet Sanz.

«Estas obras son una realidad, ya no son solo ideas, y tienen que poder ejecutarse con total normalidad», afirma Sanz quién se ha mostrado satisfecha por la nueva resolución del TSJC. Este recurso para frenar las obras ya no tuvo muy buen recibimiento entre la asociación de vecinos y comerciantes de Via Laietana una vez se presentó, puesto que el colectivo vecinal se ha mostrado siempre partidario de las obras de reforma y mejora de esta calle.

Restos medievales bajo tierra

La reforma de la Via Laietana cambiará por completo el uso de esta arteria, tanto peatonal como para los vehículos. Unas obras que según las previsiones municipales estarán terminadas el 2024. Ahora bien, mientras no están acabadas, nos revelan pequeños trozos de historia. Durante el pasado mes de febrero aparecieron dos tumbas romanas y un lugar que concentra vestigios de hasta tres épocas diferentes que no solo han resistido al paso del tiempo, sino también a varias obras de grande calaje como la apertura de esta arteria de la capital catalana o la construcción del metro.

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