Frente común político de los principales líderes de la oposición en Barcelona para exigir la reprobación de la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet. Junts y Barcelona en Comú, adversarios claros en los anteriores comicios, critican la «mala gestión» del ejecutivo en los proyectos de regeneración urbana del barrio del Besòs-Maresme. Vecinos y oposición alertan que los Fondos Next Generation con los que se debía financiar una parte de las viviendas están en riesgo «por los continuos retrasos» en la ejecución de las obras. Junts y los Comunes han pedido la convocatoria extraordinaria de la Comisión de Urbanismo  para forzar al Ayuntamiento a «cumplir con las soluciones acordadas en 2023 y garantizar que no se perderán los recursos».

«El Gobierno de la ciudad no se toma en serio la regeneración de los barrios de la franja del Besòs. Recientemente, nos hemos enterado de que estamos a punto de perder los recursos que vienen de los fondos europeos y que se puede poner en cuestión la continuidad de lo que es la prueba piloto sobre 10 fincas del Besòs y el Maresme que debe permitir continuar con la regeneración del barrio», cuestionó el concejal ‘juntaire’ Damià Calvet. «Ante esta mala gestión, reprobación», sentenció. La presidenta del grupo municipal de los Comunes, Janet Sanz, también criticó que el ejecutivo haya comunicado a los vecinos la situación «por la puerta trasera». «Nos encontramos en una situación inédita en la que Collboni y la teniente Bonet dejan tiradas a las vecinas del Besòs. Necesitan un compromiso claro y político, pero también de recursos y de trabajo, que sepan cuándo podrán ver sus casas sin riesgo de derrumbe», insistía Sanz, al lado de Calvet.

Fuentes de ERC consultadas por este diario descartan por ahora pronunciarse sobre una posible reprobación hasta la comisión. Los republicanos recuerdan, en todo caso, que la gestión de ese dinero «viene del mandato pasado» y hacen igualmente responsable al PSC y BComú. Los republicanos comparten la queja que han expresado esta mañana los principales partidos de la oposición y recuerdan que fueron de los impulsores del Compromiso Besòs, que contempla «un calendario y una batería de actuaciones que se están dejando escapar». Daniel Sirera, del PP, también ha reaccionado. «Es inaceptable que la ejecución de unas obras que suponen dignificar las condiciones de habitabilidad de 1.251 viviendas del barrio, muchas apuntaladas y con peligro de derrumbe, se pueda demorar más y continuar acumulando retrasos, por la incapacidad del gobierno de Collboni de mantener las inversiones previstas y por su falta de compromiso con este barrio».

Solo una de las diez fincas que se deben reformar ya ha terminado las obras | Barrio del Besòs-Maresme, foto de Jordi Play

El Ayuntamiento pide a Madrid ampliar el margen de los Next Generation

El Ayuntamiento aprobó por unanimidad en 2020 una prueba piloto en el Besòs y en Trinitat Vella, que se amplió a los barrios de Canyelles, la Pau, Can Peguera y los Jardines de Massana poco después. Según avanzó el Nació y ha podido saber también este diario, el Ayuntamiento explicó a los vecinos afectados en el Besòs que buscaría alternativas a los Fondos Next Generations para continuar con el proyecto. Las obras tienen impacto en 10 edificios del Besòs, unos 200 pisos, y estaba previsto que se financiasen con fondos municipales, dinero europeo -que suponen el 25% de la reforma- y una aportación de los propios vecinos.

El real decreto que avala los Fondos Next Generation marca que pueden optar a ellos obras que estén finalizadas en el segundo trimestre de 2026, pero fuentes municipales del departamento de urbanismo recalcan al Tot Barcelona que se ha solicitado al gobierno español que el límite temporal de las actuaciones señale como válidas las obras iniciadas antes del 30 de junio de 2026. Por ahora solo hay una finca reformada y dos más en proceso.

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