Junts per Barcelona presentará el viernes en el pleno una proposición en la que quiere reprobar al alcalde Jaume Collboni. La iniciativa del grupo encabezado por Jordi Martí Galbis llega después de que el PSC haya decidido prorrogar el presupuesto municipal para el 2025, ya que rompió las negociaciones con Barcelona en Comú. El pasado abril, el edil socialista ya fue reprobado, a propuesta de Trias per Barcelona, con los votos a favor de los Comuns. ERC, PP y Vox se abstuvieron.

Según la concejala de Junts Neus Munté se constata «la incapacidad del alcalde y su equipo de gobierno de llegar a acuerdos con el resto de grupos municipales», y considera que con solo 10 concejales de los 41 del pleno, el gobierno municipal se encuentra en «una situación de clara minoría y debilidad», un hecho que «lo inhabilita para dar respuesta a los retos de la ciudad sin diálogo ni consenso con el resto de grupos municipales».

En 2024 tampoco hubo presupuestos por la vía ordinaria

Para Junts, el hecho de que en 2025, la ciudad no disponga de unos nuevos presupuestos supone «un grave perjuicio» para la ciudadanía. Ya en 2024, Collboni tuvo que recurrir a una cuestión de confianza -una herramienta de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) que permite a los gobiernos en minoría sacar adelante los presupuestos, con el límite de dos veces por mandato- para aprobar los presupuestos después de que fueran rechazados por el pleno el 22 de marzo, con el único voto a favor de ERC.

En octubre de 2023, los Comuns quisieron reprobar a Collboni, pero acabaron retirando la propuesta. También a finales de 2023, el gobierno de Collboni fue incapaz de aprobar las ordenanzas fiscales para 2024. Este 2025 sí que la ciudad dispone de unas nuevas ordenanzas fiscales, aprobadas con el apoyo de los Comuns y ERC.

Neus Munté y Damià Calvet, concejales de Junts per Barcelona / Junts

La formación independentista cree que el gobierno municipal debe rectificar urgentemente su manera de gobernar e impulsar «un nuevo modelo de gobernanza caracterizado por el diálogo, el acuerdo y el consenso con la mayoría de los grupos municipales», por el bien de la ciudad y con el objetivo principal de dar respuesta a los retos y necesidades que hay que afrontar y no el de gobernar «sin hoja de ruta ni proyecto para Barcelona».

Los Comuns pueden tener la última palabra

Si Junts quiere conseguir que se apruebe la reprobación -que no tiene otra consecuencia que la gesticulación política-, necesitará el apoyo de los Comuns, ya que ERC probablemente votará en contra, tras cerrar un acuerdo con los socialistas para los presupuestos. Si PP y Vox se posicionan favorablemente a la reprobación, sería suficiente con la abstención del grupo municipal de Janet Sanz.

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