Las ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Barcelona para el año 2025, las cuales se votarán este miércoles 18 de diciembre, se han convertido en una nueva herramienta de confrontación entre Jaume Collboni y la formación municipal de Junts per Catalunya. Para el presidente del grupo juntero barcelonés, Jordi Martí, las ordenanzas que proponen desde el consistorio, con el apoyo de ERC y Comuns, «dibuja y consolida un gobierno tripartito». Un planteamiento al que se oponen frontalmente desde Junts: «Rechazamos una propuesta continuista del modelo fiscal y económico de los gobiernos Colau-Collboni, un modelo antiguo que perpetúa una presión fiscal desmesurada sobre las familias y el tejido productivo de nuestra ciudad», ha aseverado el presidente del grupo municipal de Junts.
Para responder a las ordenanzas fiscales planteadas -y aprobadas- por el gobierno barcelonés, desde Junts proponen una «rebaja general» del IBI hasta el 4%. De hecho, su propuesta está articulada en tres líneas de actuación. Por un lado, «reducir la presión fiscal injustificada» para garantizar que la «buena salud» del consistorio no esté directamente ligada a «las familias y los negocios». En segundo lugar, «fomentar la sostenibilidad» de la ciudad de Barcelona «impulsando políticas que ayuden a combatir la emergencia climática» y, por último, «defender el poder adquisitivo y la equidad social» con medidas «directas» que beneficien a los colectivos más vulnerables de la ciudadanía. «Por todo ello, hemos presentado 28 alegaciones al proyecto del Gobierno; que recoge una propuesta basada en la realidad social y económica de Barcelona», ha argumentado Jordi Martí.

Una herramienta de desgaste político
Para el líder municipal de Junts, las ordenanzas fiscales planteadas por Collboni y acordadas con los comunes y la formación republicana son una muestra más de la «falta de liderazgo» y la «incapacidad» del gobierno socialista «de aprobar propuestas fiscales que beneficien a la ciudadanía»: «Con esta alternativa, reiteramos nuestro compromiso de trabajar por una Barcelona más justa, próspera e inclusiva», ha aseverado Jordi Martí, que ha convertido sus alegaciones a las ordenanzas fiscales en una nueva herramienta de desgaste político.