Trias per Barcelona opina que «Barcelona ha sido una moneda de cambio» del acuerdo presupuestario de la Generalitat entre ERC y el PSC, anunciado este martes. El regidor Jordi Martí Galbis ha publicado un post de un video de Salvador Illa en la red X en el que se ve al primer secretario de los socialistas catalanes dando a entender que el acuerdo entre ellos y los republicanos se desencalló en diciembre y no ahora.
«Barcelona ha sido moneda de cambio del acuerdo presupuestario en la Generalitat de Cataluña entre ERC y el PSC, tal como lo demuestra la respuesta de Salvador Illa. Con el alcalde Jaume Collboni, Barcelona no es capital y vuelve a ser subalterna», ha escrito la mano derecha de Xavier Trias. En el post, Martí Galbis inserta un video en el que Illa es preguntado por una periodista cuando se ha cerrado el acuerdo. En la respuesta, el jefe de filas socialistas parece que vaya a decir «diciembre», pero no acaba la palabra, y entre titubeos, rectifica y termina explicando que se desencalló la semana pasada.
El fin de semana había «conversaciones intensas»
De hecho, este pasado fin de semana, en un acto en Sabadell, Illa aseguró que las negociaciones entre socialistas y republicanos estaban «avanzadas» y que estaban habiendo «conversaciones intensas», cuando, por lo que ha dicho este martes, la situación ya se había desencallado. “Damos por cumplido el paquete esencial de condiciones para los presupuestos del año pasado”, destacó Illa, haciendo mención al convenio para ampliar la B-40 entre Terrassa y Castellar del Vallès a través de Sabadell, o al polémico proyecto del Hard Rock, como elementos para llegar a un nuevo acuerdo con el presidente Pere Aragonès.
Previamente, al anuncio oficial del acuerdo presupuestario en la Generalitat, PSC y ERC ya mostraron su buena sintonía con un pacto en las cuentas municipales del Ayuntamiento de Barcelona, por valor de más de 3.800 millones de euros, y todo apunta que se acabará concretando en un gobierno bipartito. De todos modos, Collboni no tiene bastante con la formación de Elisenda Alamany para sacarlas adelante y si no consigue el apoyo de otro partido se verá abocado a una cuestión de confianza. Los Comunes permitieron la aprobación inicial del presupuesto, pero condicionaron el voto favorable definitivo a un gobierno tripartito en la ciudad.

