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Martí Galbis: «Si hacemos los deberes, para 2027 nos va muy bien un tripartito en Barcelona»

Jordi Martí Galbis (Barcelona, 1961) corre por los pasillos del Ayuntamiento de Barcelona desde hace 14 años. Llegó de la mano del hombre que ahora le ha hecho el encargo de pilotar el grupo municipal de Juntss per Catalunya-Trias per Barcelona como mínimo hasta 2027. Hasta ahora mano derecha de Xavier Trias, Galbis ha diseñado una dirección colegiada de los regidores que ganaron las elecciones el 28-M, y que ahora tienen el encargo de hacer una «oposición dura pero útil» al gobierno más minoritario de la historia, el de Jaume Collboni. Galbis conoce la maquinaria de los partidos, empezó a militar en CDC con 18 años y ha tenido varios cargos en el partido. Y también sabe cómo van las cosas en Madrid: fue diputado de CiU en el Congreso de los Diputados entre el año 2000 y el 2004. Rehuye postularse abiertamente como jefe de cartel de un partido que a estas alturas no tiene candidato para Barcelona y que se encuentra, como ERC y la CUP, en proceso de transformación en todo el país. Pero no esconde sus ganas de serlo, consciente de que no será el único interesado. Sea como fuere, recibe al TOT Barcelona en su despacho para relatar cómo se puede hacer oposición en un plenario con una aritmética que ha acabado dando todo el poder a un alcalde con solo 10 de los 41 regidores. Todo ello, cuando una hora antes del pleno de investidura del 17 de junio de 2023, Martí Galbis y los regidores de Trias per Barcelona tenían claro que ocuparían, con ERC, los despachos del gobierno municipal.

Han pasado 15 meses desde que Collboni fue investido alcalde. Y ni Trias, ni Maragall, ni Colau. Tres jefes de cartel que se han ido a casa, y tres partidos que tienen que buscar líder para 2027. No está mal el efecto Collboni.

Lo que ha pasado es que el alcalde Collboniaes alcalde gracias a los votos de los Comuns y del PP. Esto no es neutro. Además, ha habido algunos candidatos con cierta edad, es un hecho objetivo biológico. Y ha pasado una cosa que políticamente es muy relevante, que es que no hay alternativa en estos momentos. No hay 21 regidores que lo puedan descabalgar con una moción de censura. Estamos donde estamos y nos toca hacer oposición.

De momento, Barcelona en Comú y ERC también están en la oposición. No están solos, ustedes.

Para Junts, lo que hagan los Comuns y ERC es secundario. Nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer, intentar dialogar para llegar a acuerdos de gobernabilidad, y una vez constatada que no era posible, se descartó y ahora somos oposición firme.

Sin Xavier Trias como líder, y ya con un Govern en Cataluña sin Junts y replicando un acuerdo que quizás se produce también en Barcelona, ¿cambian las reglas del juego?

Collboni tiene un gobierno en minoría, y si se incorporaran los cinco regidores de Esquerra continuaría siendo un gobierno en minoría. Por lo tanto, desde el punto de vista práctico para la ciudad, no serviría de nada. Para lo único que serviría sería para que los regidores del PSC vayan más descansados. Pero también hay escenarios a corto que tendrán impacto en la política municipal y que se tienen que acabar de producir para ver cómo queda el escenario definitivamente configurado, que es el Congreso de Junts per Catalunya de finales de octubre y el Congreso de ERC a finales de noviembre.

En todo caso, en quince meses Collboni no ha tenido ninguna oposición real, por aritmética y también porque ha tenido a los partidos atados con la expectativa de un posible acuerdo. Todo ello, con unos mecanismos legales que hacen que los alcaldes tengan mucha estabilidad. De hecho, entre mociones de confianza y prórrogas presupuestarias, Collboni tiene la silla asegurada hasta 2027, con acuerdos o sin.

Las circunstancias son extrañas, sí. La oposición con Xavier Trias ha sido ‘la oposición marca Xavier Trias’, todos conocemos a Xavier Trias y su manera de hacer política, de hacer gobierno y de hacer oposición. Y ahora empezamos una segunda etapa, diferente.

Detalle las diferencias, por favor.

Somos el mismo equipo, la misma trayectoria, el mismo programa electoral, pero con un equipo sin el alcalde Trias y con un liderazgo de una nueva dirección colegiada del grupo que llevo con Neus Munté y Damià Calvet. Haremos oposición al gobierno y oposición al alcalde Collboni, pero no haremos oposición contra Barcelona ni contra los intereses de la ciudad. No queremos destruir, sino construir en favor de la ciudad y para arrastrar al gobierno Collboni y a su equipo a nuestras posiciones. Haremos oposición dura, pero útil, este es el equibrio que tenemos que encontrar y mantener.

¿Hay alianzas posibles a la oposición?

ERC en estos momentos no existe como grupo municipal. Son solo un proyecto de muleta del PSC, con todo el respeto. Los Comuns quieren entrar en el gobierno, es evidente, y ahora con Colau ya fuera veremos cómo se materializa. Entre los grupos, puntualmente nos encontraremos, excepcionalmente, de manera coyuntural por un tema concreto, en un territorio concreto de la ciudad, nos ponemos de acuerdo con los Comuns o con el PP. Pero son cosas puntuales que no tienen que ver con el modelo de ciudad que volamos, que está en las antípodas del modelo de ciudad de los tripartitos. Estamos dispuestos a dialogar y a pactar en beneficio de la ciudad, siempre que los acuerdos sean la base de nuestro programa electoral y que el pacto represente nuestra posición.

En quince meses, ha sido difícil saber hacia qué lado quería Jaume Collboni dirigir los pactos, y justamente esta habilidad le ha permitido gobernar solo y tener a los partidos satelizados.

Collboni quiere ocupar la parte central del espectro político de la ciudad, no es de fiar y ya nos ha engañado a todos. A nosotros, que nos ha engañado, y a los ciudadanos. Formalmente, quiere aparecer como el alcalde centrado, equilibrado, de diálogo y consenso, pero a la práctica, hace las políticas de los Comuns. Hace de Colau sin Colau y gobierna con una hoja de ruta de los tripartitos. Lo veremos claramente en las ordenanzas fiscales y en los presupuestos de 2025.

¿Da por hecho que Junts no participará de las negociaciones presupuestarias?

Estamos abiertos a dialogar con la ciudad y con el gobierno de Collboni, pero diría que es imposible que hablemos de presupuestos con Collboni, no tiene ningún interés ni de negociarlos. De hecho, no ha habido ni un ofrecimiento de sentarnos a hablar de presupuestos. Y quiero volver a dejar claro que ya descartamos la gobernabilidad con el PSC. Él solo quiere hacer políticas que denomina «progresistas».

De hecho, Collboni no necesita a nadie para aprobar los presupuestos o prorrogarlos. Tiene el mandato asegurado con los mecanismos legales que prevé la ley de las administraciones locales. ¿Cómo la oposición puede combatir esta evidencia?

Ir prorrogando presupuestos, ir haciendo mociones de confianza e ir perdiendo inversiones… Al final, todo esto se paga. Ahora bien, yo diría que cuando ERC haya pasado su Congreso y en los Comuns se hayan hecho las renovaciones por la salida de Colau, los dos querrán entrar en el gobierno de Collboni con un tripartito, que es la garantía de su supervivencia política.

¿Un tripartito en Barcelona le iría bien a Junts, para 2027?

Si hacemos los deberes, un tripartito en Barcelona nos va muy bien para 2027, porque quedaría muy claro que hay dos bloques, dos maneras de hacer política y de modelos de ciudad claramente diferenciados. Y nosotros seríamos en 2027 la única alternativa real.

Jordi Martí Galbis, líder del Grupo Municipal de Junts al Ayuntamiento de Barcelona. foto: Jordi Play

De momento, alternativa sin candidato. Xavier Trias siempre lo señaló a usted como la persona de referencia del grupo municipal. ¿Se ve como candidato de Junts en 2027?

Este escenario de la elección del jefe de lista no está abierto, y quien lo tiene que abrir es la dirección del partido. Cuando se abra esta carpeta lo haremos bien. Por fortuna, tenemos más de una persona que puede hacer un papel más que bueno para aspirar a ganar las elecciones.

¿Hay más de un nombre dentro y fuera del grupo municipal?

Sí, dentro y fuera. Pero en esto coincido con Trias, es muy bueno y recomendable primero mirar dentro para ver los activos que hay en el grupo municipal. Y sobre cómo me veo yo, no me descarto, como tampoco lo haría ninguno de los compañeros de grupo si fuera presidente o presidenta del grupo. Los 11 regidores estamos aquí para hacer política y representar los intereses de Junts e intentar hacer el cambio en Barcelona. Sería absurdo que nos descartáramos como candidatos. Ni yo ni nadie.

En esta nueva carrera electoral hasta 2027, Collboni tendrá a Salvador Illa en la Generalitat y, de momento, a Pedro Sánchez en Madrid. Un triángulo socialista que, ¿diría que a Collboni le allana el camino o se complica?

A priori, le favorece. Pero los socialistas actúan en clave sectaria, y teniendo en cuenta que el PSC siempre ha tenido cero exigencias con el PSOE, es evidente que ni el señor Illa se enfrentará a Sánchez para reclamar nada ni lo hará tampoco Collboni, ni con el presidente de la Generalitat ni el del gobierno español. Por lo tanto, Illa y Sánchez, que tendrían que ser un activo para las aspiraciones de Collboni, acabarán siendo un hándicap. Y nosotros nos encargaremos de poner el foco en las renuncias del PSC en Barcelona, las renuncias del PSC en Cataluña y la carencia de exigencia respecto a todo aquello que se nos debe como ciudad y como país.

¿Qué queda de lo que inspiró el acuerdo entre Trias per Barcelona y ERC hace quince meses?

Aquel pacto se hizo en base a la confianza entre Ernest Maragall y Xavier Trias y la honestidad de dos personas que creían que se tenía que dar un paso adelante para situar Barcelona al frente del país como capital y hacer políticas sociales y de progreso económico. Los dos equipos de negociación llegamos a un acuerdo muy potente fruto de un gran entendimiento. Pero es verdad que respondía mucho al compromiso de dos personas que ya no están, la coyuntura era otra.

¿Con la ERC de Elisenda Alamany se entienden?

Sin Ernest Maragall ERC ha cambiado. No lo digo yo, es muy evidente. En estos momentos no ejerce ni de gobierno ni de oposición. Esto, Ernest Maragall no lo habría permitido nunca. Ernest Maragall podría entrar en el gobierno y ejercer de teniente de alcalde, pero también habría hecho una oposición dura desde fuera. En todo caso, tenemos una relación cordial con ERC.

Jordi Martí Galbis: «ERC no ejerce ni de gobierno ni de oposición. Esto Ernest Maragall no lo habría permitido nunca» foto: Jordi Play

De Xavier Trias hemos aprendido que la relación personal con los adversarios, que no enemigos, tiene que ser correcta. Y tenemos una relación correcta con los regidores y regidoras de Esquerra, en algún caso, más que correcta.

¿Usted y Elisenda Alamany podrían ahora llegar a los acuerdos de hace 15 meses?

Sería difícil, muy difícil. El giro que ha hecho ERC y la guerra que sufre el partido tiene efectos sobre el grupo municipal que lo hacen extremadamente complejo.

Junts también tiene abierto un proceso interno para definir estrategia, y quizás liderazgos, del futuro. ¿Qué papel cree Jordi Martí Galbis que tiene que tener el president Carles Puigdemont en este nuevo contexto?

Creo que Junts tiene que contar con el liderazgo del president Puigdemont en esta nueva etapa en que se tiene que aplicar la ley de amnistía sin matices. En casa nuestra no hay discusión sobre el liderazgo presente y futuro del president Carles Puigdemont en el ámbito y en las funciones que correspondan, que él decida y que decida el Congreso de Junts. Porque lo tenemos que decidir todos, esto. No tengo ninguna duda de que el presidente Puigdemont tiene que ser el líder de Junts en los próximos tiempos.

Volvemos a la ciudad para concretar algunos aspectos del modelo de ciudad. ¿Copa América sí o no?

Hemos estado de acuerdo con los Mundiales de Natación, con los Mundiales de Atletismo, con los Mundiales de Fútbol, con los Juegos Olímpicos y con la Copa América, para que Barcelona continúe siendo una ciudad capital del deporte y de los grandes acontecimientos. Pero tenenos que ver como se organice, qué impacto y qué legado dejan en la ciudad. Cuando acabe la Copa, podremos hacer un balance de todo esto.

La primera preocupación de los barceloneses y barcelonesas es la inseguridad. Usted es especialmente activo en denunciar el fracaso de las políticas de seguridad en la ciudad. ¿Tiene ninguna receta para revertir la situación?

Justamente han sido los partidos pretendidamente progresistas los que nos han llevado a la máxima inseguridad. Hemos presentado una batería de propuestas para revertir la situación, pero estamos donde estamos porque los gobiernos de Colau y Collboni, juntos o separados, han hecho que estemos peor que hace nueve años. Ahora empezamos a ver una rectificación, asumen errores, pero para empezar, hay que devolver la autoridad a los agentes policiales, que han sido a los pies de los caballos. Y esto no lo consigues en un día, los tenemos que apoyar y no solo con palabras, también juríficament y políticamente. Más promociones de agentes, más coordinación entre cuerpos, y mucha más prevención. Junts hace un año y medio dijo que se compraran palas detectoras de armas blancas, y ahora todo son prisas. Igual con las cámaras de vigilancia y con las pistolas tàser. Está bien que rectifiquen ahora sí, pero vamos tarde. Todo el que los hemos pedido que hicieran los últimos cinco años y han dicho que no, ahora lo están haciendo deprisa y corriendo.

La segunda preocupación es la vivienda. Junts ha votado en contra en el Congreso de la ley para regular el precio del alquiler de temporada y de habitaciones. Les ha caído una buena bronca social. ¿Puede explicar este no en clave barcelonesa?

Es una manipulación total. Si la vivienda es un problema tan grave no es por una conjunción astral, sino que es el producto de un conjunto de decisiones, de leyes, de normas y de impulso político, un cóctel que ha fracasado. En los últimos 9 años en Barcelona, todo el que se ha hecho con la vivienda ha sido un fracaso. Por cierto, que Junts per Catalunya, por responsabilidad, en Barcelona estos últimos 9 años hemos votado que sí a todas las medidas que se han impulsado desde el gobierno, porque creíamos que estábamos en una situación de alarma. Esto no ha salido bien. Y ahora, los que nos hemos llevado los fracaso, Comuns, socialistas, Esquerra Republicana, el sindicat de llogateres, nos están diciendo que tenemos que continuar haciendo el que hemos hecho los últimos años para arreglar una cosa que es un desastre. Hemos dicho que no. Queremos arreglar el problema pero con recetas diferentes y nuevas. Y esta proposición de ley en Madrid era un eslabón más de la cadena de fracasos de las políticas de las izquierdas. Nosotros presentaremos nuestra propia proposición de ley, con consenso y diálogo y con los operadores.

Jordi Martí Galbis con Xavier Trias, antes de que se produjera el relevo en el grupo municipal / Archivo

Y finalmente, otro tema recurrente, el turismo. ¿Cómo regularían ustedes la masificación turística? Es suficiente con la tasa turística elevada?

No estamos en contra que se incremente la fiscalidad, pero el problema de la masificación no se soluciona solo subiendo cuatro euros la noche o triplicando la tasa de los autocares turísticos. Se tiene que hacer gestión, y gestionar al margen de tus intereses particulares, hacerlo con los operadores públicos y privados. Y gestionar el turismo significa decirle al mundo qué quieres y qué no quieres. Y después acompañar las herramientas fiscales y otros tipos de regulaciones con el objetivo político de qué turismo quieres. Y nosotros queremos un turismo que aporte más recursos a la ciudad y que nos ahorre problemas de convivencia.

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