La presidenta de Barcelona en Comú en el Ayuntamiento, Janet Sanz, ha denunciado este lunes que el propietario de su piso quiere echarla para convertir el inmueble en una vivienda de temporada. «Vivo de alquiler, se me ha acabado el contrato y mi propietario me ha ofrecido un alquiler de temporada para así poder incrementar el precio del alquiler un 50%», ha explicado ella misma durante la última sesión de la Comisión no permanente de estudio sobre la problemática de la Vivienda. Fuentes de los Comuns concretan al Tot Barcelona que el contrato venció el julio pasado y que ahora mismo Sanz todavía vive allí con una prórroga de contrato, una extensión que la ley otorga a los inquilinos una vez han pasado cuatro meses desde que el propietario podría haber rescindido el acuerdo.
Durante la comisión, Sanz ha concretado que todo ha supuesto un «diálogo loco» con el propietario. «Es una propuesta fraudulenta e ilegal y esto ocurre porque hay gobiernos que no están informando a las inquilinas de sus derechos», ha remarcado. La líder de los Comuns en Barcelona, que durante ocho años fue la teniente de urbanismo del gobierno de Colau, ha aprovechado la anécdota personal para criticar al ejecutivo de Jaume Collboni, a quien ha acusado de detener «todas las políticas valientes en vivienda». Sanz ha cuestionado que el 56% de las hipotecas «se hacen para invertir, no para residir». Un dato «flagrante» que «nos debe hacer reflexionar si los propietarios están comprando para residir o para especular», ha cuestionado.

Última sesión de la comisión de estudio sobre vivienda
El objetivo de esta comisión es analizar la situación de la vivienda en Barcelona para aumentar el parque público y protegido para «luchar contra la emergencia residencial». Durante los últimos meses han comparecido diferentes expertos en la materia para estudiar diferentes modelos. Uno de los últimos en comparecer ha sido el teniente de vivienda de París entre 2014 y el 2023 para explicar su experiencia con la reserva del 30%. El político francés ha avalado su funcionamiento y ha remarcado que, en París, es una medida «que ha sido reforzada y fortalecida».