Eva Baró (Barcelona, 1974) es concejala de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona y encabeza la candidatura junquerista Endavant, Barcelona!, en las elecciones de la Federación del partido de Barcelona, en las cuales aspira a la reelección como presidenta. Psicóloga de formación, ha trabajado durante veinte años en investigación biomédica y salud pública. Ha sido también diputada en el Parlamento de Cataluña. Baró encabeza la lista junto con Lourdes Arrando (Barcelona 1968), que en caso de ganar será la secretaria general de la Federación de ERC de la capital catalana. Técnica en gestión administrativa, especializada en resolución de conflictos, es militante de ERC en Poblenou-Besòs. Actualmente, Arrando es consejera portavoz y vicepresidenta del consejo de distrito de Sant Martí. Endavant, Barcelona! es una lista formada por personas de las dos candidaturas que se enfrentaron en las elecciones de 2023 en la misma Federación de Barcelona. En esta entrevista, Baró defiende que la militancia tenga «la última palabra» sobre entrar al gobierno de Jaume Collboni y la autonomía de la Federación de Barcelona frente a la dirección nacional de la calle Calabria.
Hay elecciones en la Federación de ERC de Barcelona el 26 de abril. Las anteriores fueron hace un año y medio. ¿Por qué se vuelven a hacer tan rápidamente estas votaciones?
Está marcado reglamentariamente. Cada vez que hay un cambio, una renovación en la dirección nacional, se renuevan también los órganos territoriales y regionales y, por lo tanto, debemos convocar este congreso en un margen de tiempo muy concreto. Estos congresos deben celebrarse entre abril y mayo. Es en todos los Países Catalanes que se convocan para llevar a cabo las renovaciones de las direcciones territoriales.
La otra candidatura, Dignitat Republicana, dice que esta convocatoria se ha hecho muy rápidamente, que había tiempo hasta mayo y que no tuvieron tiempo para prepararse. Es una de las críticas que os hacen.
Discrepo un poco. Tenemos estos dos meses y la votación recaerá justo en medio de este plazo. Una dirección que está de salida, lo que debe fomentar es que haya un cambio cuanto antes mejor, que se pueda votar cuanto antes mejor. Debemos pensar en el futuro que se nos presenta políticamente. Tenemos unas elecciones municipales a dos años vista y es importante que lo enfoquemos ya como partido, como organización.

¿Cuántos militantes votarán el 26 de abril?
Alrededor de mil personas
¿Y es una votación exclusivamente telemática?
Sí.
¿Los resultados se conocerán un día después?
No, los resultados se conocen 30 segundos después de que se hayan cerrado las votaciones. Al día siguiente, el 27 de abril, se proclaman los resultados y se oficializarán. Pero los resultados se sabrán en el mismo momento.
¿Cuáles son los ejes principales de su candidatura?
Hemos realizado un proceso de trabajo interno. Hace 18 meses se enfrentaron dos candidaturas y estas dos candidaturas son las que ahora se presentan conjuntamente. Se ha decidido después de toda una reflexión interna y de limar diferencias, con la voluntad de construir y de mirar adelante y priorizar el partido. Estas dos candidaturas han hecho el esfuerzo de plantear, de hacer una propuesta que supera aquellas diferencias que teníamos hace 18 meses. Es una candidatura de superación, unidad y entendimiento. No ha sido fácil. Pero ha sido un proceso muy exitoso. Se fundamenta en el consenso, en el diálogo y en la voluntad de construir.
En aspectos programáticos concretos, ¿qué plantean?
Apostamos por un empoderamiento de la militancia. La militancia debe poder tomar decisiones. Y la militancia de Barcelona debe tomar decisiones sobre Barcelona de la manera más informada posible y tan participada como sea posible. Esto es innegociable. Otra cosa es que las circunstancias permitan hacerlo de una manera más o menos fácil. También somos una candidatura netamente feminista. Para nosotros, esto es muy importante…
Un 60% de la lista son mujeres.
Hay diferentes elementos. Primero de todo, porque las personas que han impulsado esta candidatura, que la han trabajado y la han liderado son dos mujeres. Lourdes Arrando y yo misma. Esto es una novedad histórica que no había ocurrido antes en el partido. No hay movimientos ocultos, ni nadie mueve hilos por otros lados. Las dos estuvimos hablando y hemos realizado todo un proceso. Para nosotros tiene mucho valor y nos ha llevado a este punto. Otros elementos que hacen que sea una candidatura netamente feminista es que somos un 60% mujeres y un 40% hombres. Hay nueve mujeres y seis hombres que asumen responsabilidades. Otro elemento que me gustaría destacar es que por primera vez toda la defensa de los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI+ adquiere el máximo rango, porque dependerá de una mujer, que será adjunta a la presidencia, Montserrat Benedí. Es difícil que una cuestión pueda llegar a ser más transversal poniéndola en lo más alto del organigrama. Por otro lado, este proceso que compartimos responde a la necesidad de mirar adelante con un espíritu constructivo y de concordia para afrontar las municipales de 2027, que nos deben servir para recuperar la fuerza de ERC en la ciudad. Había una petición recurrente. Las vicisitudes han sido muchas.

Lleváis unos tiempos difíciles…
Convulsos.
Estamos a medio mandato municipal. Hace cerca de un año que el grupo municipal cerró un preacuerdo con el gobierno de Collboni. Se debía hacer una consulta a la militancia el 13 de junio de 2024 que se acabó posponiendo. Ahora mismo, ¿ERC se plantea entrar en el gobierno municipal?
En este tema no ha habido ningún cambio respecto al punto al que llegamos hace muchos meses. En aquel momento, nosotros detectamos una pequeña ventana temporal y consideramos que seguramente era la última oportunidad hasta sabe Dios cuándo para poder decidir [en referencia a la consulta del 13 de junio que se suspendió], compartir la información sobre en qué punto estaban en ese momento las conversaciones y compartir el contenido del preacuerdo. Y, evidentemente, permitir que la militancia pudiera posicionarse en un sentido u otro. No pudo ser. Para nosotros era crucial, y lo sigue siendo, que las decisiones barcelonesas se tomen en Barcelona con una perspectiva estrictamente barcelonesa. Cuatro días después de este congreso que tuvimos que posponer salió aquel famoso manifiesto anti-Junqueras y ya compartimos las dificultades de que esta decisión -entrar al gobierno de Collboni- se pudiera tomar con naturalidad y con clave estrictamente barcelonesa. Era una visión bastante compartida, dentro de la desorientación que en cierta manera también había, que una decisión de estas características seguramente intoxicaría el proceso nacional que ya se estaba desencadenando, y a la vez este proceso nacional que ya se estaba precipitando acabaría contaminando también la posibilidad de tomar una decisión en clave estrictamente barcelonesa. El congreso nacional ha tenido una duración absolutamente inusitada y cuando ha terminado la parte más nacional, nos ha caído este calendario que sí o sí en abril o mayo debemos renovar las direcciones territoriales. A nosotros nos parece que lo más correcto, lo más respetuoso y lo más justo es que sea la dirección entrante de la Federación de Barcelona la que decida cuál es su estrategia política y marque el calendario según lo que considere. Una decisión de esta envergadura se debe hacer con la participación de la militancia, con la calma necesaria y con una dirección que esté legitimada, mirando hacia adelante y no apresuradamente.
Lo que me dice es que si ustedes ganan las elecciones plantearán una consulta con la militancia para decidir si se entra en el gobierno de Collboni?
Una consulta o el formato que se considere más adecuado. Es evidente que es la militancia la que debe tener la última palabra y la que debe marcar la decisión definitiva.
¿Qué otros formatos puede haber si no es una consulta?
Eso se tendría que ver. Un congreso, una consulta, una ronda de contactos…
Pero, ¿a ERC, como partido, le conviene políticamente entrar en el gobierno de Collboni cuando ya estamos a medio mandato municipal y quedan dos años para las municipales?
Eso es lo que deberá valorar la nueva dirección de la Federación. Y lo deberá hacer en consonancia, evidentemente, con el grupo municipal y sobre todo en consonancia con la militancia, que tiene la soberanía y quien tiene la última palabra. El contexto ha cambiado sustancialmente [respecto a la firma del preacuerdo]. Por lo tanto, el análisis se debe hacer con calma y teniendo en cuenta que la situación ha cambiado. La dirección que entre deberá valorar en qué punto está todo el mundo. También el Partido Socialista. Hagamos las cosas bien, con calma. Que las haga quien le corresponda hacerlas: la dirección entrante, con toda la legitimidad necesaria, para desbloquear aquella situación que se ha quedado igual porque entre medias no han parado de pasar cosas.
¿El preacuerdo firmado con el PSC lo han hablado este último año con el alcalde?
Yo estoy aquí como presidenta saliente de la Federación. Como candidata. Y, por lo tanto, esta es una cuestión que interpela más claramente al grupo municipal.

¿ERC es un partido dividido, fragmentado, fracturado?
Esquerra es un partido que tiene muchísimas ganas de mirar adelante. Es evidente que hemos pasado una etapa de confrontación. Estamos saliendo de esta etapa de confrontación. Hay compañeros que salen más fácilmente. Hay quienes les cuesta más. Hay quienes les costará mucho más. Pero la voluntad y el espíritu es mirar adelante y seguir adelante. Somos un partido que tiene muchos años de historia que ha pasado situaciones muy complejas, que siempre hemos salido adelante. Y siempre ha sido de la misma manera: mirando hacia adelante y trabajando. Y es lo mismo que debemos hacer ahora, trabajar y mirar hacia adelante. Todos necesitan su tiempo. Pero solo desde un espíritu constructivo y desde la voluntad de sumar se puede construir. Desde el resentimiento, desde el dolor, es muy difícil construir.
¿Existe la posibilidad de llegar a algún acuerdo antes de las elecciones del día 26 con Dignitat Republicana? ¿Están negociando algo?
Nadie debe cerrarse en banda. Lo hemos podido hacer nosotros, que no partíamos de las mejores relaciones. Y ahora es una cuestión que nos da mucha esperanza y mucha complicidad. ¿Por qué no se puede extender esta complicidad más allá de las dos candidaturas que en su momento se enfrentaron?
¿Sois la candidatura junquerista?
Somos la candidatura que ha sido capaz de coser las dos candidaturas de 2023, hacer una suma, mirar adelante, superar todas las diferencias y trabajar asumiendo las discrepancias. Discrepar con respeto, bienvenido sea. Pero, discrepar con un poco de rigor. Otra cosa es la confrontación por la confrontación, a veces incluso con argumentos muy falaces. La discrepancia sana, entendida desde el respeto y entendida con voluntad de sumar, bienvenida. Me parece que siempre es positivo sumar sensibilidades. La parte nacional del partido es la parte nacional. Barcelona es una realidad en sí misma. Es algo que a la parte nacional siempre le ha costado mucho comprender. Lo han terminado entendiendo por muchas razones. Es importante separar.
¿Desmentís las informaciones que han salido sobre que ya estaría descartado entrar al gobierno de Collboni?
Completamente. Las decisiones de Barcelona se toman en Barcelona. Yo he tenido mis dificultades con la [dirección] nacional porque he estado defendiendo esta posición durante muchos meses. No me he salido, porque es evidente que no me he salido en este sentido, pero lo hemos trabajado muchísimo. Calàbria toma sus decisiones, Barcelona toma sus propias decisiones.
Pensando en las municipales de 2027, ¿cuáles son para vuestra candidatura las prioridades de ciudad?
Estos análisis los deberá hacer la dirección que entre, y lo asuma con calma y rigor. Sí que es importante que ERC se convierta en protagonista de la ciudad. Es importante, de alguna manera, que aquellos aspectos cruciales que preocupen y que son el aspecto central de la ciudad, se hablen. Cuestiones como la vivienda. Nosotros hemos tenido un rol muy protagonista en el debate de ciudad. En el ámbito de presupuestos, somos los impulsores de la regulación del precio de la vivienda, somos los impulsores de la normativa que permitirá que todas las viviendas turísticas pasen a ser de uso residencial. Hemos hecho la denuncia de este monocultivo turístico que hace que la ciudad esté muy masificada y sufra mucho las externalidades del turismo. Los souvenirs es otro tema. Degradan muchísimo la ciudad y no transmiten realmente los valores de la ciudad que amamos y que representamos. Y la defensa del catalán. El turismo y la lengua son cuestiones de las que hace un año no se hablaba. No estaban en la agenda de la ciudad. Otros temas que nos preocupan son el nivel de desigualdad creciente y la amenaza de los derechos alcanzados con esta ola reaccionaria que ha llegado aquí y arrasa también Europa y pone en peligro muchos de los derechos alcanzados por las mujeres. Somos una candidatura feminista, netamente feminista. Para nosotros es importante que no haya ninguna vulneración ni ningún riesgo de perder derechos. Pero también con el colectivo LGTBI+, o con todas las cuestiones de la gente recién llegada, de los barceloneses que vienen de todo el mundo con la voluntad de salir adelante y de tener una vida mejor y más digna.




