ERC de Barcelona había hilvanado con el PSC un acuerdo para gobernar plegados en la ciudad desde el febrero pasado, de entrada, en forma de pacto puntual para aprobar los presupuestos -que Collboni acabó validando por la vía de la cuestión de confianza y con el no de los Comunes que ahora han investido Salvador Isla-, pero con unas líneas maestras muy claras que enseñaban las costuras de un acuerdo de más alcance. Finalmente, el 12 de junio, un año después de que Jaume Collboni gobernara en solitario investido por el PP y los Comunes, ERC anunciaba el acuerdo de gobierno que todo el mundo daba por blindado cuatro meses antes, pero interrumpido por la convocatoria de elecciones catalanas avanzadas. Y lo hacía tres semanas después de que el PSC ganara las elecciones en el Parlamento y que ERC sufriera uno descalabro electoral que dejaba el partido con 20 escaños, pero con la clave para que el PSC pudiera devolver en el Palau de la Generalitat quince años después.

Jaume Collboni y Elisenda Alamany, en el plenario del febrero pasado / ACN-Pol Solà

El día siguiente a hacer público el secreto a voces, el pacto de gobierno con el PSC, la Federación de ERC en Barcelona convocaba un congreso extraordinario, presencial y sin posibilidad de voto telemático, para que la militancia de Barcelona validara o tumbara el pacto que tenía que dar una cuota de poder a los republicanos en la capital del país. Pero in extremis, una hora después de la convocatoria, y ante una riada de gente inesperada, ERC decidió a aplazar sin fecha la celebración de la votación, aduciendo problemas de espacio al Orfeón Marinenc. Inicialmente, fuentes de la Federación explicaban que buscarían un local más grande, pero no se llegó a concretar la fecha. La razón? ERC entraba en la ecuación de un posible acuerdo con el PSC y los Comunes para investir Salvador Isla, y no se consideraba buen momento para votar el pacto con Jaume Collboni, entendiendo que esto podía condicionar y contaminar la negociación entre grupos parlamentarios. Esperaban, dijeron al TODO Barcelona, una «ventana de oportunidad» para poder retomar el debate con la militancia. La ventana, pero, todavía no se ha abierto. Sí, en cambio, se aceleró la votación, telemática, por validar la investidura de Salvador Isla -con un resultado bastante ajustado a favor del sí-, que se produjo el 8 de agosto. Un mes hábil para tomar decisiones muy relevantes. Pero en Barcelona, que está pasando?

Fachada del Ayuntamiento de Barcelona JORDI PLAY
La plaza de San Jaime, con el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat a ambos lados | JORDI PLAY

Sin fecha para votar el pacto con Collboni

Fuentes de ERC Barcelona consultadas por el TODO confirman que no hay fecha fijada para el congreso extraordinario que se aplazó el 13 de junio. De hecho, apuntan que no consideran que el mes de agosto sea adecuado para tener estos «debates», y señalan que en septiembre, con la reanudación del curso político, la formación analizará en qué punto se encuentra el partido y el contexto político antes de fijar una nueva fecha. En todo caso, la militancia no ha sido informada de ninguna fecha ni tampoco de qué lectura hace el partido en Barcelona después de la investidura de Salvador Isla.

Sea como fuere, ERC Barcelona y la Federación apuestan para materializar el pacto con Collboni, pero necesitan el sí de la militancia. Un 44% de la militancia de todo el país votó contra el pacto con el PSC, y uno 53% lo hizo a favor. En Barcelona, la dirección daba por hecho la victoria del sí en aquel congreso, pero los partidarios del no se movilizaron a última hora, y si se hubiera producido la votación, nadie podía garantizar sorpresas.

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