ERC propondrá el jueves 17 de octubre en el plenario del Eixample que se instale un atril en homenaje a Salvador Puig Antich, la última víctima asesinada a garrote vil por el franquismo el 2 de marzo de 1974, hace más de 50 años. La iniciativa de los republicanos es que el recuerdo a Puig Antich se realice frente al bar Funicular, en la calle de Girona, 70, donde fue detenido. Este miércoles, el gobierno español entregó una declaración de «reconocimiento y reparación» a las hermanas de Puig Antich y declaró nulo el juicio que se realizó al joven antifranquista y militante del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación), que murió con solo 25 años.
La proposición de ERC deberá ser votada por todos los grupos municipales, pero todo apunta a que saldrá adelante con el apoyo del gobierno de Jaume Collboni. Según el texto, al que ha tenido acceso el TOT Barcelona, los republicanos quieren que en este atril se expliquen los hechos y sea una «muestra de reparación a su memoria y de la injusticia de su asesinato», dice la concejala Tània Rafí. Es probable que en la proposición presentada se acabe introduciendo alguna modificación, a petición del PSC, y en lugar de ser un atril sea algún otro tipo de señalética.

«El proceso judicial fue una gran farsa»
Puig Antich fue condenado por el asesinato del subinspector Francisco Anguas, de la Brigada Politicosocial. Pero como recuerda ERC en el texto de la propuesta «el proceso judicial fue una gran farsa, donde se alteró el contenido del sumario y se hicieron desaparecer pruebas clave que demostraban que no era culpable del crimen al que se le condenó». Por otro lado, ERC subraya que también se falseó la autopsia, desaparecieron las balas y las pistolas de los policías implicados en el tiroteo.
Puig Antich fue juzgado por un tribunal militar. Ahora, la reparación del gobierno de Pedro Sánchez declara aquel juicio «ilegal e ilegítimo» y considera al joven catalán una víctima del franquismo. “Nuestra democracia tiene entre sus funciones y obligaciones reparar a quienes fueron víctimas de la dictadura. Nuestra democracia no está completa si no se reconoce y repara el daño”, dijo el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres.

El Estado ha tardado 50 años en reparar la injusticia
En un segundo texto, otra concejala de ERC, Anna Salvador, critica que el Estado ha tardado 50 años en anular la injusta sentencia de Salvador Puig Antich. «Por el bienestar y el mérito de su familia, que no ha dejado de luchar durante estos 50 años, porque es de justicia y porque era una vergüenza que un Estado que se dice democrático no lo hubiera hecho antes, nos alegra mucho que por fin haya llegado esta anulación», ha escrito.
En el acto de reparación de la figura de Puig Antich, una de sus hermanas, Imma Puig Antich recordó que hacía medio siglo que luchaban para que el juicio fuera declarado nulo y por la dignidad de su hermano Salvador. «Este momento es muy importante para nosotras y estamos emocionadas, sin palabras».