En medio del conflicto entre los vecinos del Park Güell, contrarios a la masificación turística, y el gobierno de Jaume Collboni, ERC propondrá este jueves en el pleno de Horta-Guinardó una serie de medidas contra la saturación, entre las cuales plantea eliminar la parada del bus turístico de TMB en la plaza de Sanllehy, al mismo tiempo que también quiere suprimir o reducir la frecuencia de la línea de bus turístico que pasa por la calle de Cartagena y que también es de TMB.
En declaraciones al TOT, la presidenta del grupo municipal de ERC Elisenda Alamany considera que «Barcelona debe dejar atrás un modelo turístico que ha funcionado demasiado tiempo sin tener en cuenta las necesidades de los barrios ni la calidad de vida del vecindario. Lo que sucede alrededor del Park Güell, en Can Baró y el Carmel, es un ejemplo claro: saturación de autobuses, externalidades en el transporte público, inseguridad vial y un impacto ambiental y acústico que ya lleva demasiado tiempo arrastrándose».

Agentes cívicos para gestionar el aparcamiento del barrio de Can Baró
Otras de las iniciativas que los republicanos proponen para mejorar los problemas de saturación en los alrededores del recinto de Antoni Gaudí, tal como reclaman entidades vecinales, son revisar la concesión de las empresas de autocar turístico; valorar la presencia de agentes cívicos de BSM para mejorar la gestión del aparcamiento del Park Güell, en el barrio de Can Baró, y aumentar, en las horas de mayor afluencia de turismo, el número de revisores para que controlen que los viajeros han pagado en las líneas de bus V19 y 24. Por otro lado, ERC quiere más medidas de seguridad en las aceras de la calle de Ana Maria Matute y que se reduzca la velocidad de los vehículos en la calle de Miquel dels Sants Oliver, ya que es una vía que los taxis y los VTC utilizan para evitar el semáforo.
El texto de los republicanos que se votará el jueves en el pleno de Horta-Guinardó también pide «mejorar la información y aumentar y mejorar la difusión del procedimiento de adquisición de entradas del Park Güell, y estudiar la instalación de señalización en la ciudad, para evitar las aglomeraciones de los buses V19 y 24».
Según ERC, además, es necesario llevar a cabo un informe con los datos de entrada y de las franjas horarias con más afluencia de visitantes al Park Güell, y estudiar modificar el procedimiento de venta de entradas y de acceso, «modificándolo por franjas horarias, aumentando el control de los flujos de visitas», recoge la proposición a la cual ha tenido acceso este medio.

ERC también pone el foco en la venta de entradas y propone regular y modificar la oferta de entradas de grupos del Park Güell, con una única oferta para grupos de entre ocho y 30 personas, con el aparcamiento del autocar incluido obligatoriamente, y no permitir que las agencias de viajes puedan comprar las entradas individuales, así como tampoco ofrecer la posibilidad de reservar el aparcamiento individual.
La tasa turística se duplicará a petición de ERC
Alamany sostiene que es necesario gobernar el turismo, «para devolver el equilibrio entre una ciudad global y una ciudad donde la gente pueda vivir y vivir bien. El turismo debe ser compatible con la vida cotidiana. Y eso significa una cosa muy clara: escuchar el territorio y priorizar el derecho a vivir dignamente en nuestros barrios». La concejala republicana y secretaria general del partido recuerda que fueron ellos quienes impulsaron el recargo turístico municipal en Barcelona y también duplicar la cifra de recaudación -pendiente de aplicarse todavía-, que puede llegar a los 200 millones de euros, convirtiéndose en el tercer ingreso más importante del consistorio, con el objetivo de que ese dinero se destine a mejorar los barrios más afectados por el turismo.
Las propuestas de ERC llegan un día después de que el gobierno de Collboni anunciara inversiones para el Park Güell durante este mandato, hasta el año 2027, de 39 millones de euros. Del total, durante la primera mitad del mandato, el PSC ha ejecutado unos 15 millones. Se prevén mejoras en el interior y en el exterior del parque, así como en equipamientos. El Ayuntamiento, por ejemplo, expropiará la Casa Trias (la última finca privada del recinto) y el equipamiento cultural la Miranda.